El CNI pensó que el «pequeño Nicolás» era un simple friki

Fuentes próximas al CNI, una de las instituciones más citadas por el «pequeño Nicolás», recuerdan que la impresión que se llevaron del joven cuando se reunió con la jefa de gabinete del director del centro, Félix Sanz Roldán, es que «era un friki». El chico acompañó en esa cita a César Chiva, director de Executive Forum, empresa que se dedica, entre otras actividades, a organizar desayunos con personajes de la vida económica y política. El objetivo era que Sanz Roldán aceptase participar en uno de esos eventos.

En la conversación el «pequeño Nicolás» se mostró muy interesado en temas de Seguridad, lo que llamó la atención en el centro. La jefa de gabinete simplemente les pidió que enviaran una carta con su propuesta. Y ahí quedó todo de momento.

Días después se produjo otro episodio, más sorprendente. El joven envió a la jefa de gabinete un correo electrónico en el que mostraba su agradecimiento por lo bien que habían sido tratados y lo «agradable» de la reunión y adjuntó además su colección de fotografías con personas relevantes. Desde el CNI se le contestó con la cortesía habitual y en email de respuesta se comentaba también que había sido un encuentro muy cordial. Cuando llegó la carta sobre el evento se le contestó que no era posible. Además, con ocasión de una conferencia de Sanz Roldán en el Instituto Cervantes, se le invitió, como a dos mil personas más, entre ellas decenas de estudiantes como él.

La siguiente noticia del «pequeño Nicolás» se tuvo por una comunicación de Vicepresidencia del Gobierno, en el que relataba que este personaje se hacía pasar por colaborador del CNI. Se le hizo una investigación preliminar y, al detectarse indicios delictivos, se comunicaron los hechos a la Policía. Pero sin duda, lo que en el CNI ha causado más hilaridad fue escucharle que era un «charli» de los servicios de inteligencia. Ni se usa esa denominación para esa figura, ni por supuesto ha sido utilizado para nada. «Nunca, jamás», afirman las fuentes consutadas.

El «pequeño Nicolás» también consiguió que la Casa del Rey le remitiera un correo electrónico, que él mismo se ha encargado de difundir para hacer creer que era una invitación personal a la recepción que ofreció Don Felipe con motivo de su proclamación. Sin embargo, fuentes próximas a Zarzuela aclararon a ABC que la Jefatura del Estado nunca invitó a este joven a la recepción, a la que asistió como acompañante de otro invitado, pero ese otro convidado había pedido a Zarzuela que se le remitiera la invitación a la dirección de Nicolás, y así se hizo. Ello explicaría que el joven no haya mostrado nunca en público la invitación porque no está a su nombre. «Si la hubiera tenido, la habría enseñado», afirman. Aunque no se ha desvelado la identidad de ese invitado, uno de ellos, Catalina Hoffmann, que aparece en la foto del saludo junto a Nicolás, ha considerado necesario aclarar que ella asistió sola al Palacio Real.