El arco de entrada a Marbella erigido por Jesús Gil, en obras porque se derrumba

El arco, construido en 1993 cuando gobernaba la ciudad el Grupo Independiente Liberal (GIL), consta de una estructura metálica que descansa sobre cuatro patas, cubierta de placas de piedra artificial. Con el paso del tiempo la parte metálica se ha oxidado y las placas se han ido desprendiendo debido a las filtraciones, la corrosión y a la cercanía del mar.

Ante esta situación, el Ayuntamiento colocó en febrero, como medida de protección, unas redes para evitar que las placas cayeran sobre los vehículos que circulaban por debajo.

El concejal de obras, Javier García (PP), ha explicado a EFE que la rehabilitación consistirá en reforzar primero la estructura primaria y en colocar una nueva estructura secundaria, para volver a cubrirlo con las placas exteriores que se sellarán. Las obras, con un presupuesto de 90.377 euros, se prolongarán durante un mes y medio aunque sólo durante los cuatro primeros días los trabajos afectarán al tráfico rodado en la principal arteria de acceso a la ciudad.

García ha aclarado que el equipo de gobierno no estudia en estos momentos demoler el arco, sino «estabilizar una estructura de forma urgente» ante el peligro de accidente.

La empresa encargada de la rehabilitación comenzará instalando tres torres y una pasarela metálica desde la que se llevarán a cabo los trabajos y bajo la que podrán seguir circulando los vehículos.

El arco de Marbella se convirtió en emblema del municipio, es punto de interés turístico y uno de los elementos más fotografiados de la ciudad. El arco gemelo que Jesús Gil construyó al final del término municipal, en la zona de San Pedro Alcántara, fue derribado al construirse el soterramiento y no poder adaptarse a la nueva carretera.