La Justicia rastrea la fortuna de la familia Pujol a través de 17 países

El pasado 28 de julio, Pujol padre emitió un comunicado en el que confesó que tuvo oculto en el extranjero durante 34 años una herencia de su padre de la que eran beneficiarios su esposa y sus hijos.

En su escrito, Pujol no precisaba donde estaba el dinero -en Andorra previo paso por Suiza, según parece-, ni la cantidad, que se especula pudo llegar a ser de hasta 4 millones de euros. A raíz del «mea culpa» del «pater familias», las investigaciones sobre la fortuna familiar se han acelerado, con comisiones rogatorias a Andorra y Suiza y con la imputación de su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola , y su exesposa, Mercè Gironès, por parte del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz. Les ha citado a declarar el próximo 15 de septiembre y les acusa de blanqueo y delitos contra la Hacienda pública.

Pero al margen de la confesión de Pujol padre, que ahora se enfrenta junto a su esposa a una querella que presentó ante el Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona el sindicato Manos Limpias -y a la que se han sumado otros partidos como PxC o Podemos y entidades vecinales- las investigaciones judiciales a los Pujol vienen de lejos.

Antes de la inmolación por escrito de Pujol padre del pasado 28 de julio, la Audiencia Nacional ya investigaba a su primogénito Jordi y la Fiscalía Anticorrupción hacía lo propio con su hijo pequeño, Oleguer. Además, otro de sus vástagos, el exdiputado y exnúmero dos de CDC, Oriol Pujol, ha tenido que dejar la política tras ser imputado por tráfico de influencias y cohecho por el caso de las ITV. Tras renunciar a su acta de diputado, su caso lo lleva el Juzgado de Instrucción número 9 de Barcelona, que también indaga sobre el patrimonio de Oriol y su esposa, Anna Vidal, también imputada; para seguir el rastro de las presuntas mordidas por favorecer a empresarios del sector de las estaciones de inspección técnica de vehículos.

Por ahora, la Fiscalía Anticorrupción rechaza acumular en un solo proceso las investigaciones sobre los Pujol: las de la Audiencia Nacional, Anticorrupción y el juzgado de Barcelona. Los esfuerzos, de momento, se centran en «seguir» la pista del dinero a lo largo y ancho de todo el planeta.

En el caso de Jordi Pujol hijo, cuyos trapos sucios fueron aireados por su exnovia María Victoria Álvarez, los investigadores detectaron que entre 2004 y 2012 movió 32 millones de euros en trece países. En algunos casos en paraísos fiscales, como las Islas Caimán, Suiza, Liechtenstein o Andorra. También tuvo negocios con el Gobierno catalán, lo que abona la tesis del posible cobro de comisiones a través de un entramado societario . Una vez que su padre dejó la Generalitat, trasladó sus negocios a América Latina: inversiones hoteleras en México y una operación en Puerto Rosario, Argentina.

Otro «gran» empresario bajo sospecha es Oleguer Pujol, investigado por Anticorrupción. Tiene o tenía hasta 27 mercantiles asentadas en España, Holanda, Luxemburgo, Reino Unido . Controlaba un entramado de sociedades que opera en España y Portugal llamado Drago Capital y que está radicado en la isla británica de Guernsey, un paraíso fiscal. Dejó sus cargos el año pasado tras la aparición en prensa de algunos de sus negocios.

Al resto de los hijos de Pujol, además de a su mujer, Marta Ferrusola, no les ha ido tampoco mal en los negocios. En muchos casos asentados en Cataluña -más allá de que parte de los réditos recalaran en Andorra o Suiza-, y crecidos al calor de una administración, la Generalitat, que fue feudo de Jordi Pujol durante 23 años.

Así, por ejemplo, la esposa de Pujol es accionista de la empresa de jardinería Hidroplant, que ganó varios concursos de la administración mientras su marido presidía el Ejecutivo. Los contratos fueron rescindidos después de que CiU perdiera la Generalitat.

Otro hijo, Josep, fue acusado por ICV en 2002 de que su empresa Europraxis troceaba sus contratos con la administración autonómica para eludir los concursos públicos. El cuarto hermano, Pere, era gerente de la empresa Entorn Enginyeria i Serveis, que firmó contratos con la Generalitat de su padre por valor de 191.000 euros. De las hijas, Marta y Mireia, se sabe que la primera recibió varias adjudicaciones cuestionadas por el PSC. Y Marta, tuvo una compañía de danza que también recibió subvenciones de su padre , es decir, de la Generalitat.