Sánchez «conquista» las plazas de Madina y apuntala su liderazgo entre los barones

No era ningún secreto que el asturiano Javier Fernández prefería a Madina, que en esta región consiguió el apoyo de 46,61 por ciento de los votantes, muy por encima del 33,76 por ciento logrado por Sánchez. El presidente de Asturias fue, precisamente, el segundo «barón» que pasó por Ferraz para reunirse con el nuevo líder del PSOE, después de Susana Díaz .

Tras el encuentro, Fernández aseguró que «lo prioritario es buscar la unidad del partido», convencido como está de que habrá una «dirección de integración». Pero se encargó de subrayar que Sánchez «es el secretario general y detrás de él no debería haber nadie», en una clara referencia al «tutelaje» del nuevo líder del PSOE por parte de Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía.

Fernández es, junto a Susana Díaz, el único «barón» socialista al frente de una comunidad autónoma, lo que le sitúa en una situación mejor que la tiene Guillermo Fernández Vara, del PSOE extremeño. Tocado por la fallida moción de censura contra José Antonio Monago, Vara apostó por Madina y también erró: el 51 por ciento de los socialistas extremeños votaron por él por un 38,43 que lo hizo por Sánchez.

Fernández Vara aspira ahora a que Sánchez elabore una Ejecutiva Federal sin atender a «cuotas territoriales» y que forme un auténtico «gobierno en la sombra» para controlar al Ejecutivo de Mariano Rajoy y «con el que aspire a volver a gobernar». En su opinión, el PSOE se ha convertido en «una federación de partidos» y tiene que ser «un partido federal de verdad», y eso pasa por «que se silencien las baronías y coja peso la militancia».

Unidad y Sánchez como único candidato para las primarias. El nuevo líder del PSOE ha convencido a todos los barones de la necesidad de variar el calendario previsto y retrasar la consulta a los militantes de noviembre para elegir el candidato socialista a la Moncloa. Y Vara, tras verse con Sánchez, es uno de los más convencidos: «Una vez elegido al líder del PSOE no vamos a cambiar de opinión en tres meses». Al dirigente extremeño a él le gusta que una vez que se ha elegido al secretario general este sea el candidato y está convencido de que no habrá más aspirantes.

Las otras plazas importantes donde Sánchez no venció son Castilla y León y Cataluña. Ambas federaciones están inmersas en sendos procesos de renovación. En Castilla y León podría desembarcar Óscar López, secretario de Organización del PSOE con Rubalcaba. El «número tres» socialista ha deseado suerte a Sánchez y ha evitado pronunciarse sobre sus intenciones de futuro.

En Cataluña, Miquel Iceta perfila la nueva dirección del PSC, que está dispuesto a constituirse como grupo propio en el Congreso de los Diputados y ha dado su apoyo a la ley de consultas, una decisión que ha sido criticada por destacados miembros del PSOE. La respuesta de Sánchez acudir junto a Susana Díaz al congreso extraordinario que ha ratificado a Iceta como nuevo líder de los socialistas catalanes.

Cantabria (45 por ciento de Madina frente al 39 por ciento de Sánchez), Ceuta y Navarra fueron las otras plazas en las que el próximo líder del PSOE obtuvo menos apoyos que su rival. Sánchez parte, eso sí, con el apoyo de la poderosa federación andaluza. El nuevo líder del PSOE abrió con ella su ronda de consultas con los distintos secretarios generales , lo que muchos han interpretado como una forma de escenificar el tutelaje al que será sometido Sánchez desde Andalucía. El futuro secretario general ganó en las ocho provincias andaluzas. En Sevilla la diferencia con Madina fue de más de cincuenta puntos. Mientras que Sánchez fue el más votado en once comunidades autónomas y 32 provincias, Madina ganó en seis regiones y en 19 provincias.