Asesinato de Isabel Carrasco
La policía local de León, acorralada
Al menos seis pruebas obtenidas por los investigadores desvirtúan la versión de los hechos que dio Raquel Gago
La policía local de León, acorralada
La investigación del asesinato el lunes de la semana pasada de Isabel Carrasco, la todopoderosa presidenta de la Diputación de León , está consiguiendo estrechar el círculo sobre la tercera de las sospechosas, Raquel Gago, la policía local de la ciudad amiga de Triana Martínez. ... Al menos son seis las pruebas que hay contra ella.
1. El café
Poco tiempo antes de que Montserrat González apretara cuatro veces el gatillo del revólver Taurus del calibre 32 y asesinara a su enemiga más odiada, Triana Martínez y Raquel Gago se reunían en el piso de la primera para tomar un café. Esta cita, unida a los acontecimientos posteriores, hace pensar a los investigadores que sirvió para ultimar los detalles del atroz crimen, en especial dónde quedarían después de perpetrarse.
2. Quince minutos en la zona
La policía local permaneció un cuarto de hora en la zona en la que dice haberse encontrado «por casualidad» con Triana poco después del asesinato y en la que ésta le introdujo la bolsa con el revólver detrás del asiento del copiloto de su automóvil. Ese tiempo sugiere que hubo una espera y que por tanto las dos mujeres habían quedado citadas en ese punto con anterioridad.
3. Una llamada perdida
Una vez cometido el asesinato se produce una llamada perdida de Triana a Raquel Gago, lo que los investigadores interpretan como un aviso de que ya se dirigía hacia el lugar previamente acordado. La agente no ha sabido dar una explicación coherente a esta cuestión.
4. La charla con el vigilante de la ORA
El testigo declaró que hablaba con la policía local cuando llegó Triana , que solo estuvo allí unos segundos. No la vio meter nada en el coche del agente, ni observó nada raro en Raquel Gago. Sin embargo, con un simple mando a distancia es posible abrir un coche sin hacer un movimiento extraño.
5. Silencio ante sus superiores
León estaba ese día conmocionado por el crimen pero ella, que había estado con una de las detenidas precisamente antes y justo después de cometerse, no consideró relevante poner los hechos en conocimiento ni de sus superiores ni de los investigadores, que obviamente buscaban al máximo número de testigos.
6. Treinta horas hasta que entregó el revólver
No hay tampoco explicación al hecho de que tardara 30 horas en entregar la bolsa de color negra con el revólver. Primero, porque sabía que encontrar el arma homicida era la prioridad en esos momentos y ella había coincidido con Triana; y luego, porque primero llamó a un policía amigo suyo para comentar el hallazgo en lugar de dirigirse directamente a comisaría .
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