El PSOE exige a Cañete que dimita pese a que López Aguilar no lo hizo en 2007

Una situación similar la que se produce hoy , pero que entonces no mereció las mismas críticas que se lanzan ahora contra el candidato popular. En el caso de Juan Fernando López Aguilar, fue oficialmente designado candidato socialista al Gobierno de Canarias el 28 de octubre de 2006 en un Comité Regional de esta formación política. Su candidatura fue posteriormente ratificada por el Comité Federal que se celebró el 18 de noviembre en Madrid. El cese como ministro de Justicia no se produjo hasta el 9 de febrero de 2007, siendo sustituido por el fiscal Mariano Fernández Bermejo. Más de tres meses en los que compatibilizó el ministerio con la candidatura.

López Aguilar no solo se mantuvo en el cargo, como ahora sucede con el ministro Arias Cañete, sino que sacó pecho ante el Partido Popular y lo desafió afirmando, en unas declaraciones realizadas en diciembre de 2006, que iba a seguir atendiendo todas sus obligaciones y que no le apartarían de ellas «ni la demagogia, ni el nerviosismo ni la falta de estilo» del Partido Popular.

Ocho años después de negarse a dimitir como ministro , López Aguilar piensa justo lo contrario, como así puso de manifiesto el pasado día 12 en un acto en Las Palmas de Gran Canaria. El hoy candidato canario del PSOE al Parlamento Europeo acusó al Partido Popular de haber «arrastrado los pies» para presentar su lista en una táctica «miserable y despreciable» de permitir a su candidato «calentar el sillón» del Consejo de Ministros «hasta el último segundo», porque quieren una campaña «poco motivadora».

A esta incongruente posición de decir lo mismo y lo contrario se podría referir ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, cuando en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros apuntó a la existencia de «precedentes» dentro del PSOE «en otros momentos» . La vicepresidenta no quiso entrar en el fondo de las críticas de los socialistas a Arias Cañete, pero sí pidió que «antes de hablar» se mire «a lo que se ha hecho en otros momentos», y realizó una invitación a «repasar los tiempos en los ceses».

La campaña de desprestigio de Arias Cañete como ministro y candidato se inició desde el mismo momento de su designación e incluso ha llegado hasta el Congreso de los Diputados. Su principal adversaria en las elecciones europeas del 25 de mayo, la socialista Elena Valenciano, admitió el pasado jueves , en un almuerzo organizado por el Club Siglo XXI, que «legalmente» puede compatibilizar ambos cargos. A continuación añadió que «otra cosa» es lo que puedan pensar los ciudadanos sobre una decisión que implica «utilizar las posibilidades» que le da ser parte del Gobierno para «hacer campaña».

A esta ofensiva también se ha sumado la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Soraya Rodríguez, a través de un escrito remitido al presidente del Congreso, Jesús Posada, en el que califica de «despropósito» la compatibilidad del ministro con su candidatura. La diputada señala que esta situación es «insostenible», ya que considera que elude el control parlamentario por parte de la oposición. Rodríguez se refiere a la ausencia de Arias Cañete en la próxima sesión de control al Gobierno en el Congreso. El ministro no podrá asistir porque tiene un viaje oficial a Portugal.

Las críticas a Cañete se recrudecieron ayer con la intervención del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que censuró que continúe de ministro solo «para lo bueno» y no para «comparecer en el Parlamento». Le «parece doblemente mal que Cañete sea ministro por la mañana y candidato por la tarde», y «peor que esté en el Gobierno para inagurar, pero no para comparecer en el Parlamento». Rubalcaba ironizó con esta situación afirmando que «capacidad de compatibilidad tiene. Es un hacha porque lleva años compatibilizando el puesto de ministro y el de empresario».

Sobre el momento del relevo, como ya adelantó ABC el pasado día 23, se podría posponer a la semana que viene o incluso a la siguiente. Su Majestad el Rey viaja mañana a Roma para asistir a la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII y el lunes por la tarde inicia una gira por varios países del Golfo Pérsico y no regresará hasta el sábado por la tarde. Por lo tanto, el sucesor será nombrado en el momento en el que pueda jurar su cargo ante el Rey.