El PP celebra su Ejecutiva más «optimista» en 20 meses de Gobierno

Sin grandes cambios de timón para los próximos meses, el PP se fija el mismo rumbo reformista –«hoja de ruta» genética de este mandato de Rajoy– para impulsar la recuperación económica de la que ya habla sin ambages el líder del PP, tal y como subrayó el sábado en Soutomaior (Pontevedra): «Los datos económicos invitan al optimismo [...] Se habla de que pronto saldremos de la recesión».

Así pues, se presentará hoy la dirección nacional del PP –con el caso Bárcenas como gran e incómodo lastre– con la recuperación económica como única obsesión y con unos datos macroeconómicos que invitan a pensar en un Rajoy a la ofensiva en la segunda parte de la legislatura.

El caso Bárcenas y las disensiones por el déficit se presentan como escollosSirvan de ejemplo: la reforma laboral está permitiendo cinco meses seguidos de reducción de la tasa de desempleo , algo que no ocurría desde 2007; las exportaciones se han aumentado en el primer semestre un 8 por ciento, el mayor incremento en 42 años; o el hecho de que el fantasma del rescate financiero parece haberse difuminado con una prima de riesgo situada en 272 puntos (en mayo de 2012 llegó a alcanzar los 540 puntos).

El compromiso del Gobierno y del PP en este ámbito económico será también el diseño de esa reforma tributaria que, de persistir el escenario de recuperación, permitiría anunciar una bajada de impuestos en 2014 .

Polémico «déficit a la carta»

Será al mediodía cuando comience el más «optimista» Comité Ejecutivo Nacional del PP en el que la dirección popular deberá abordar temas candentes en lo que respecta a la reforma de la administración local y la renovación del sistema de financiación autonómico que incluye objetivos de déficit a la carta y que amenaza con resucitar agravios entre comunidades y, por ende, entre diferentes líderes autonómicos del PP. Claro es el descontento del presidente madrileño, Ignacio González, en este apartado.

La imprevisible deriva secesionista del Gobierno catalán también se presenta como uno de los principales desafíos del nuevo curso político para el PP, máxime con un año próximo que amenaza con erigirse como el del «referéndum» (ilegal) sobre el derecho a decidir de los catalanes (también ilegal, como atiende el texto de la Constitución Española).

Rota la pasada alianza PP-CiU, desde Génova sí que pueden soplar nuevos vientos en cuanto a una aproximación al PNV , con el cual se han tendido puentes para encarar la negociación del cupo vasco. Eso sí, sin ninguna cesión para dar una salida a ETA : otra «hoja de ruta» genética del mandato «rajoyista».

Hiperactividad explicativa para dar cuenta de los progresos económicos en ciernes también espera a los populares y sus ejecutivas territoriales 20 meses después de que Rajoy accediera a La Moncloa.