Usuarios critican la diferencia entre el peso «real» y el etiquetado: estos son los posibles motivos
Varios usuarios han denunciado que Mercadona etiqueta mayor cantidad que la que hay realmente, ¿existe un margen de error legal?
Imagen de archivo
«La carne que he comprado pesa 1/5 menos de lo que pone. Lo mismo hay una explicación que se me pasa». De esta manera, un consumidor en redes sociales denunciaba que había comprado 0,264 kilogramos de presa ibérica, cuando pesaba, según ... so propia báscula, 0,209: una diferencia de casi 60 gramos.
A partir de este tuit, son varios los usuarios que han probado a hacer lo mismo en casa y, en algunos casos, sí notan una variación. En medio de estas pruebas, algunos perfiles se han aventurado a acusar a la cadena de estafa o a invitar al resto de personas a que empiecen a llevar básculas pequeñas al supermercado para pesar los productos.
Ahora bien, ¿es legal o tiene algún sentido que haya diferencias entre el peso marcado y el etiquetado? Existen diferentes respuestas.
La ley establece un margen de error
La primera que hay que destacar, por poder ser el primer motivo, es el margen de error. Como en cualquier medición, existe un porcentaje de fallo determinado por ley: es decir, el peso etiquetado puede no ser exacto, dentro de unos límites.
Estos límites los establece el Real Decreto 1801/2008, que establece las «normas relativas a las cantidades nominales para productos envasados». De tal manera que, según la legislación vigente, el peso puede variar entre un 9% y un 1,5% según el peso nominal, siendo: 9% de 5 a 50 gramos/mililitros, 4,5% de 101 a 200 g/ml, 3% de 301 a 500 g/ml y 1,5% de 1.001 a 10.000 g/ml.
Esto supone que, por ejemplo, si en un envase está etiquetado un peso de 50 gramos y en realidad este producto pesa 45g, entonces estará dentro de la legalidad.
Hay algunos productos, como los mejillones al escabeche, que por su naturaleza no es necesario que vaya indicado el peso sino las unidades. Est se debe a que hay ciertos alimentos que, tras su envasado, pueden perder mucho peso -el experto pone como ejemplo el fuet-.
Al mismo tiempo, también se indica que puede deberse a un error en la medición. Por una parte, puede ser de la propia empresa que, al pesar, haya apoyado algo sobre la balanza o haya quitado parte del producto. Por otra parte, puede que la báscula que tengamos en casa no esté bien calibrada.
Otra práctica completamente distinta es la de la reduflación, en la que sí hay una intención de vender menos cantidad de alimento pero sin reducir el precio.
Ver comentarios