La UE acuerda una reforma «light» del pacto de estabilidad

El acuerdo suaviza las propuestas originales de la Comisión, que pretendía que las sanciones fueran casi automáticas. Los Veintisiete han pactado que haya una decisión final política del Consejo Ecofin, tal y como reclamaban Francia, España o Italia. Finalmente, Alemania, que defendía un mayor rigor en los castigos, se ha sumado a las tesis francesas.

La reunión de ministros de Economía de la Unión Europea de este lunes en Luxemburgo no es una más ya que, bajo la batuta del Presidente permanente del Consejo, Herman Van Rimpuy, se ha acordado la reforma del Pacto de Estabilidad, la base del euro , para aumentar la disciplina y el control de los desequilibrios macroeconómicos que están detrás de la grave crisis de la Eurozona de mayo de este año.

Tras meses de presiones por parte de Francia se aprobó una reforma que permite a los países, en caso de tener una mayoría cualificada, oponerse a una sanción contra un determinado país en contra del criterio de la Comisión Europea y de Alemania,

Pese a este uso de la política casi de ultimo recurso, el conjunto de la reforma, que tendrá que ser rubricada la próxima semana por los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, supone un endurecimiento de las sanciones disciplinarias para los países que rebasen el 3% del PIB de déficit público o el 60% de deuda pública .

En concreto los países derrochadores podrán ser multados con hasta el 0,2% de su PIB y estarán obligados a recortar el gasto y hacer las reformas necesarias para evitar nuevos desequilibrios en el futuro.

Sin embargo, algunas de las propuestas realizadas por Alemania y por la Comisión Europea para esta reforma, como eran la suspensión del derecho a voto en los Consejos o la recepción de fondos estructurales finalmente no salieron adelante, de ahí que algunos piensen que el proyecto inicial ha quedado muy rebajado.

Entre las razones de estos cambios está sin duda la posición de Francia, que se ha opuesto frontalmente a que la Comisión Europea , sin consultar a los ministros del Ecofin, tuviera nuevos superpoderes para imponer sanciones a los países que se desvíen de los topes o no sigan las recomendaciones de Bruselas. España se ha alineado en parte con esta tesis, frente al otro gran bloque liderado por la propia Comisión, Alemania y Holanda , entre otros.

Por parte, la ministra Elena Salgado se ha alineado con la tesis francesa de que es positivo que haya un control político del proceso sancionador, aunque hace unas semanas el propio José Luis Rodríguez Zapatero había abogado por un sistema sancionador automático y exprés.