Sánchez promete «contener» el precio de los alimentos: ¿cuáles han subido más este año?

Primero fue Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, la que insistió en imponer un tope a la cesta de la compra. La idea fue rechazada rotundamente por empresas, expertos, oposición... y por varios de sus colegas de Consejo de Ministros. Sin embargo, ahora el jefe del Ejecutivo apunta a que se ha abierto a medidas de alivio para frenar el impacto de la escalada de los precios sobre los hogares, recogiendo el guante que lanzó Díaz en septiembre.

Pedro Sánchez anunció ayer en un acto del PSC en Barcelona que antes de acabar el año aprobará un nuevo paquete de ayudas para la ciudadanía que tendrá por objetivo, entre otros asuntos, «contener« la subida del precio de los alimentos. No concretó cómo se haría esto, en lo que por ahora es una medida al aire. Pero... ¿cuáles son los productos que más se han encarecido en 2022?

El IPC este año ha llegado a superar el 10% durante los meses de verano, para moderarse ahora al 6,8%, según el dato adelantado de noviembre. Lo que más preocupa ahora es que la inflación subyacente, que excluye energía y frescos, permanece enquistada por encima del 6% y se acerca a converger cada vez más con el dato general.

Para el mes de noviembre todavía el Instituto Nacional de Estadística (INE) no da cifras desglosadas por clase de producto, pero la evolución del mes anterior da buena cuenta de cómo se ha encarecido la vida este ejercicio. Y no solo los alimentos se han encarecido, sino que muchos otros epígrafes registran alzas muy considerables.

Los combustibles líquidos encabezan el ranking de productos que más han aumentado su precio en lo que va de año con un 62,8%. Tras ellos se ubica la categoría de otros aceites comestibles con un alza del 55,8% y cierra el top 3 el azúcar con un incremento del 40,7%.

Las harinas y otros cereales también han visto subir su precio este 2022 un 34,1%, la mantequilla un 31,5% y ya por debajo de la barrera del 30% se ubican las salsas y condimentos con un alza del 29% en lo que llevamos de ejercicio. Unas cifras que no dan signos de regresar a valores más comedidos al menos en el corto plazo porque el IPC seguirá en cifras anormales también en 2023. Según las estimaciones del Banco de España, cerraremos el año con una inflación general del 8,7% y el ejercicio que viene aún permanecerá en el 5,6%, cuando el objetivo del Banco Central Europeo (BCE) es que se sitúe en el 2%.

Asimismo, otros productos como los huevos tampoco se libran del encarecimiento este año con un alza del 23,5%, igual que la leche que registra un incremento del precio del 23%. Las legumbres y hortalizas, por su parte, suman un aumento de su costes del 19,7% y las frutas frescas del 17,6%. El aceite de oliva, otro producto estrella de la gastronomía española, ha aumentado un 14,5% su precio.

Yendo al capítulo de las carnes, el panorama tampoco es halagüeño. La de ave se ha encarecido un 14,3%; la de cerco, un 12,5%; y la de vacuno, un 10,2%. La única que cae de precio en lo que va de año es la de ovino y caprino con un -4,4%. Esta última carne es el único producto de alimentación que registra una bajada en 2022.

El pescado, por su parte, registra notables diferencias. El fresco apenas se ha incrementado, según el INE, un 0,8%. En cambio, el congelado ha aumentado un 10,8%, mientras que el pescado y marisco seco, ahumado o salado registra un alza del 12,8%.

Así las cosas, la tendencia es que, pese a la bajada del IPC que se viene registrando desde finales del verano, la inflación siga en valores anormales durante todavía varios meses más. Por ello el Gobierno busca apresurarse para aprobar medidas de apoyo a los ciudadanos, aunque aún no ha concretado en qué consistirá ese nuevo paquete de ayuda frente a la subida del precio de los alimentos.

Asimismo, de aquí a final de año el Ejecutivo deberá tomar la decisión de qué hacer con la bonificación de 20 céntimos en el precio de la gasolina. Los organismos internacionales y nacionales reclaman ahora focalizar las ayudas en los colectivos vulnerables y el Gobierno parece inclinarse también por ello, pero de momento es una incógnita la decisión que se tomará al respecto. Dicha bonificación acaba el 31 de diciembre y el tiempo apremia.