El precio de los alimentos se dispara un 15%, la mayor subida de la serie histórica

El efecto moderador sobre los precios energéticos de la llamada excepción ibérica, que desplaza en el tiempo el impacto sobre la factura de la luz de los consumidores de los elevados precios del gas, y sobre la evolución interanual del IPC energético de la comparación con el otoño del año pasado, cuando el precio de la luz comenzó a dispararse, han facilitado el retroceso del IPC desde el 10,5% al 7,3% en apenas dos meses. El nivel de los precios, no obstante, sigue siendo elevadísimo desde una perspectiva histórica, si bien la comparación con la inflación media en la eurozona -que se situó en octubre en el 10,7%- muestra que se está consiguiendo contener la inflación antes que en nuestros principales países socios.

El aterrizaje de los precios de la energía (al menos de la luz y del gas, porque los combustibles continuaron encareciéndose en octubre) ha desplazado el foco hacia el precio de los alimentos, uno de los componentes que mayor impacto tiene sobre las finanzas domésticas y sin duda el que más está contribuyendo a mantener los precios altos en el actual contexto. En octubre volvieron a ser los alimentos los bienes que mostraron un mayor encarecimiento respecto al mes de septiembre y desde hace un par de meses son ya el principal factor que explica los actuales niveles de inflación, por encima de la luz, el gas o los carburantes.

Tal y como ha publicado este periódico, varios alimentos esenciales se han convertido en un producto de lujo por el alza de la inflación. Según el INE, los alimentos que más subieron en octubre fueron las legumbres y hortalizas, la carne, y la leche, el queso y los huevos.

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Respecto a los alimentos que más han subido en el último año destacan el azúcar (+42,8%), las legumbres y hortalizas frescas (+25,7%), los huevos (+25,5%), la leche (+25%), los aceites y grasas (+23,9%), y los cereales (+22,1%).

La reconfiguración interna del IPC ha desactivado en gran medida la efectividad de la política fiscal del Gobierno contra la inflación, muy centrada en abaratar los precios de la energía. Según el IPC a precios constantes, el indicador estadístico que muestra cuál sería la evolución de los precios en ausencia de cambios en la normativa fiscal, mostró en octubre una tasa del 7,7%, apenas cuatro décimas por encima del índice general del 7,3%. Si se tiene en cuenta que este índice llegó a estar un punto y medio por encima de la tasa general, se aprecia de forma clara la pérdida de enfoque de la política fiscal del Gobierno que, sin embargo, nada ha hecho para abaratar la cesta de la compra, que acumula un incremento interanual de más del 15%.

La falta de efectividad de la política fiscal del Gobierno en este punto se ha filtrado a las enmiendas de los grupos parlamentarios al proyecto de Presupuestos, muchas de las cuales plantean rebajas de impuestos transitorias a los alimentos para aliviar el impacto directo de este encarecimiento de los alimentos sobre los bolsillos de las familias.

En conjunto, el IPC aumentó tres décimas en octubre en relación al mes anterior y recortó de golpe su tasa interanual 1,6 puntos, hasta el 7,3%, su cifra más baja desde enero, justo antes de declararse la guerra en Ucrania, cuando el IPC se situó en el 6,1%.

La inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) se mantuvo en octubre en el 6,2%, con lo que sitúa 1,1 puntos por debajo de la tasa del IPC general. Según los expertos, mientras el índice general está más expuesto a fluctuaciones importantes, la tasa subyacente se mueve más lentamente tanto al alza como a la baja lo que augura un periodo largo de precios elevados en España. En el décimo mes de 2022, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 7,3%, más de un punto y medio inferior a la registrada en el mes anterior. Por su parte, la variación mensual del IPCA registra un ascenso de una décima.