Ryanair recrudece su cruzada contra Edreams: «Ha estafado a los españoles durante demasiado tiempo»

Según la aerolínea irlandesa, Edreams Prime promete descuentos en el 100% de sus vuelos, alojamientos y alquileres de coches, «pero utiliza una combinación de márgenes ocultos y descuentos ficticios en las tarifas aéreas para engañar a los consumidores desprevenidos y hacerles pagar una cuota de suscripción anual (actualmente de 64,99 euros), aunque siguen pagando los márgenes ocultos de Edreams, por lo que no obtienen ningún beneficio por su suscripción». Y añade que la OTA emplea condiciones generales de contratación contrarias al consumidor que le permiten renovar y aumentar automáticamente la cuota de suscripción sin el consentimiento expreso de los consumidores. «De hecho, Edreams se jactó ante sus inversores en sus últimos estados financieros de que la rentabilidad mejora a partir del segundo año para los miembros 'prime' y es el motor más importante de la rentabilidad».

La compañía recuerda que el pasado mes de diciembre logró una orden judicia del Tribunal Regional de Berlín, que dictaminó que Edreams Prime hace un uso engañoso de la palabra 'descuento' ya que esto «puede dar al usuario la idea de que puede recibir beneficios a cuenta de su suscripción que superan la cantidad pagada por la membresía».

Son en todo caso acusaciones que desde Edreams niegan en rotundo. «Ryanair recurre a la denigración porque no tiene otro argumento. Su ADN anticompetitivo y acosador le impulsa a distorsionar la realidad: ofrecemos precios más competitivos que los suyos y nos atacan porque no quieren que los viajeros accedan a la variada y ventajosa oferta de su competencia», señala un portavoz de la OTA a este periódico.

Para la compañía, los insultos de Ryanair son «falsedades» y recuerdan que la aerolínea ya ha sido condenada «por denigrar a nuestras marcas». «Ryanair debe explicar la razón por la que se siente ajeno a la jurisdicción del Tribunal Supremo español, que ya ordenó que cesasen su comportamiento anticompetitivo y denigrante contra nosotros», explica el mismo portavoz.

Edreams asegura que la «campaña de desprestigio» emprendida por la aerolínea irlandesa, se debe a la apertura de investigaciones por la autoridad de la competencia italiana, «que acusa a la aerolínea de abuso de posición dominante y denigración a las agencias de viajes». «Al ser Edreams parte activa en este proceso, ha sido blanco de ataques intensificados por parte de Ryanair. Este comportamiento revela la tendencia acosadora de la aerolínea y un patrón persistente de minar la competencia con tácticas denigrantes, en lugar de competir justamente», subrayan las mismas fuentes.

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Pero desde Ryanair no cambian el paso. «Edreams Prime ha estado engañando y estafando a los consumidores españoles durante demasiado tiempo. Los ciudadanos españoles están siendo engañados para que paguen la cuota anual de 64,99 euros con la promesa de descuentos. Pero, en realidad, Edreams les está cobrando de más por los vuelos de Ryanair y los servicios auxiliares», relata el director de marketing de Ryanair, Dara Brady. Por ello, el directivo pide al ministro de Consumo español, Pablo Bustinduy, que tome «medidas inmediatas» contra las «prácticas de marketing engañosas» de Edreams y ponga fin a «sus descuentos ficticios, márgenes ocultos y modelo de suscripción que carece de transparencia, lo que lleva a renovaciones automáticas y subidas de tarifas sin el consentimiento del consumidor», añade Brady.

De la polémica se ha hecho eco la Asociación Española de Consumidores, que asegura que va a emplazar a ambas partes a una reunión con el fin de conocer la realidad «de primera mano». «Pedimos que las autoridades con competencia en Consumo esclarezcan lo sucedido y apliquen sanciones en el caso de que finalmente sean cierta la denuncia».

El ente lamenta que la normativa española en materia de consumo «no establezca mecanismos de resarcimiento automático para los consumidores» y cree que son necesarios cambios normativos para compensar lo pagado de más por parte los consumidores. «Se trata esto de una medida legal que existe en otros países, por ejemplo, en México», detalla la organización.