La CE mandará expertos a España para combatir el paro juvenil

"En algunos países, por ejemplo España, casi uno de cada dos jóvenes dispuestos a trabajar está en paro", ha dicho Durao Barroso en un discurso a puerta cerrada ante los líderes europeos, según ha informado el Ejecutivo comunitario. "Esto es inaceptable y supone una crítica terrible a nuestra actuación", ha resaltado.

Por ello, Barroso ha anunciado que escribirá a los jefes de Estado y de Gobierno de los ocho países con más paro juvenil, los que superan una tasa de paro juvenil del 30%, para pedirles que pongan en marcha estos planes de acción. Además de España, se trata de Grecia, Portugal, Irlanda, Italia, Eslovaquia, Letonia y Lituania.

"En las once semanas entre ahora y mediados de diciembre, los "equipos de actuación" (formados por sindicatos, patronal, Gobiernos y la Comisión) desarrollarán planes concretos", ha explicado Barroso. Estos planes "combinarán fondos nacionales y de la UE", en concreto, las ayudas comunitarias que todavía no se han utilizado y que en el caso de España ascienden a 10.700 millones de euros, según los datos de Bruselas.

"La implicación de los interlocutores sociales nacionales será crucial para que se comprometan a aumentar las plazas para contratos de prácticas o a incrementar las becas", ha dicho el presidente de la Comisión. A su juicio, además de las ayudas europeas, serán necesarias "medidas a largo plazo para impulsar el empleo juvenil, por ejemplo ajustando la fiscalidad y la carga de las contribuciones sociales". Barroso ha puesto como ejemplos de éxito en materia de empleo juvenil a Países Bajos, Polonia y Eslovenia.

También ha reclamado a los Gobiernos que se comprometan con los jóvenes a ofrecerles un empleo o una formación de calidad en un plazo de cuatro meses tras abandonar el sistema educativo.

El presidente de la Comisión ha admitido que las perspectivas de crecimiento de la UE han empeorado en las últimas semanas y oscilan entre "una recesión suave o moderada". Ello se debe, a su juicio, a la falta de solución al problema de Grecia, las dudas sobre el futuro del euro por la crisis de deuda, el desendeudamiento de la banca, los ajustes fiscales y la subida del precio del petróleo.

Pese a este panorama negativo, Barroso ha sostenido que "la UE no es el enfermo del mundo". "Hemos hecho mucho. El suministro sustancial de financiación a tres años por parte del Banco Central Europeo a finales de año ha calmado a los mercados. Y las medidas que están adoptando Italia y España están funcionando y están siendo reconocidas por los mercados. Así que hay una salida", ha indicado.