«No me aseguran que pueda volver el lunes a trabajar»

"Yo tenía que continuar a Valencia y ahora me quedaré aquí a pasar la noche y mañana me buscaré la vida porque no me dan ni hotel, ni otro pasaje ni nada", manifestó uno de los afectados, mientras calificaba de "alucinante que pasen cosas así". Los pasajeros de estos últimos vuelos se mezclaban en la sala de recogida de equipajes con los que trataban de recuperar sus maletas, después de haber logrado facturar esta tarde en rutas que fueron canceladas posteriormente. A las 20.00 horas los trabajadores de la compañía dejaron de facturar y poco después empezaron a repartir hojas de reclamaciones, que los viajeros rellenaban "con poca esperanza" junto a las que también facilitaba Aena.

En el aeropuerto de Barajas se quedaron "varados" unos 300 pasajeros que iban a tomar seis vuelos que no despegaron y que expresaban su solidaridad con los trabajadores que, con los ojos llenos de lágrimas, se despedían entre ellos con la misma confusión e indignación que reinaba entre los viajeros. En las oficinas de la compañía se concentran de "forma pacífica" los trabajadores de Spanair y de Newco, la empresa de asistencia en tierra de la aerolínea, a la espera de alguien "solvente" les comunique la suspensión de vuelos.

Representantes del Comité de Empresa de Spanair comentaron que no abandonarán este encierro hasta que les faciliten información y les confirmen el cobro de las nóminas de enero. En Barajas trabajan 254 empleados de Spanair y 360 de Newco.

Entretanto Aena ultima los preparativos de una sala para que puedan pasar la noche los viajeros afectados en la que se han habilitado teléfonos y ordenadores para que puedan realizar las gestiones pertinentes para conseguir otros pasajes con los que llegar a su destino. Según las previsiones, Spanair tenía previsto operar mañana en Barajas unos 30 vuelos y el primero de ellos tenía el despegue programado a las 06.55 horas a Palma de Mallorca.