Óscar Puente destituye en Puertos al cargo implicado en la compra de mascarillas en el caso Koldo

Sánchez Manzanares está en el punto de mira de la causa que se instruye en la Audiencia Nacional y no sólo porque tuvo relación con el expediente de contratación de Puertos del Estado, sino porque consta, por un lado, relación directa con Koldo García y, por otro, que en la adjudicación participó el comisionista Víctor De Aldama y él lo negó cuando le preguntó por ello la Inspección Fiscal.

Tal y como viene informando este diario, los investigadores sostienen que Koldo abrió la puerta del Ministerio de Transportes a Aldama y la empresa que tenía detrás, la instrumental Soluciones de Gestión, que en realidad pertenece al grupo del empresario Juan Carlos Cueto, para, a cambio de comisión, conseguirles la contratación de mascarillas por la vía de emergencia.

En este contexto, el papel que jugó Puertos del Estado es esencial, porque fue el primer contrato, también el más abultado de los que suscribiría Soluciones de Gestión con organismos públicos y les sirvió de aval para contratar después con Adif, el Ministerio del Interior y las comunidades de Canarias y Baleares. Sánchez Manzanares firmó la declaración de usuario final que sellaba el contrato.

De ahí que la relación con Koldo García, que se sentaba por designación de Ábalos en el Consejo de Puertos del estado, se haya mirado con lupa durante la investigación, en la que las escuchas telefónicas devolvían una conversación en la que la Guardia Civil le ubicaba tras el apelativo «Alvarito», después de descartar por el contexto que el intercambio lo fuese con el presidente del organismo, Álvaro Rodríguez Dapena.

En aquella conversación, desvelada por ABC, García le trasladaba su decepción porque confiaba en que le hubiesen hecho presidente de Puertos del Estado y le emplazaba a un café para pedirle alguna cosa que ya le concretaría. Según los agentes, esa reunión debió producirse el 7 de noviembre de 2023 en la misma sede de este organismo público.

Hay además otro elemento y es el mensaje de Aldama que aportó en su propio descargo ante la inspección que le había abierto la Agencia Tributaria. Quería acreditar que sí intervino en la relación con Puertos del Estado y puso sobre la mesa un whatsapp en el que reenviaba la dirección de correo de Sánchez Manzanares al responsable de Soluciones de Gestión, Íñigo Rotaeche, para indicarle a quién debía enviar la oferta de mascarillas. Se lo pasaba después de «entregar la oferta personalmente en Puertos del Estado», como recogía ese informe.

El problema es que cuando la inspección preguntó, el presidente de Puertos del Estado contestó que el organismo público «nunca ha tenido relación o vinculo alguno con las citadas empresas ni con el señor Víctor de Aldama» y que «la elección como proveedor de la mercancía adquirida no se debió a la participación de estas mercantiles y persona señalada como intermediarios, de los que se desconocía su existencia hasta la fecha», y la documentación recogida parecía indicar lo contrario. Dapena no estaba en el puesto cuando se produjo la adjudicación. El presidente era Francisco Toledo Lobo.

En este contexto, Puente anuncia el cese de Sánchez Manzanares, que llevaba más de una década ligado a la entidad dependiente del Ministerio de Transportes. Arribó en 2009 a Puertos del Estado de la mano del entonces ministro de Fomento, Pepe Blanco, que situó al exsocialista Fernando González Laxe en la presidencia de la entidad en 2009.

Según apuntan fuentes conocedoras, le crearon una plaza de director de relaciones institucionales e innovación tecnológica y le blindaron frente a posibles cambios de Gobierno. En concreto, le fabricaron un contrato libremente rescindible, pero con una cláusula que le permitía quedarse con contrato laboral común.  Así, cuando el PP de Mariano Rajoy llegó al poder a finales de 2011 y cambió la presidencia de Puertos le destituyeron del cargo pero tuvieron que mantenerle en el área jurídica de la entidad. En Puertos siempre fue considerado el hombre de Ferraz y el nexo con Fomento, según relatan las mismas fuentes.

Sánchez Manzanares fue ascendido a su actual posición cuando Pedro Sánchez llegó a La Moncloa en 2018. Previsiblemente su destitución será ejecutada mañana miércoles.