ESPECIAL HIDRÓGENO VERDE
Los proyectos que ya enseñan el camino del cambio en España
La unión público-privada, articulada en los llamados valles del hidrógeno, y las pioneras iniciativas industriales están dando alas a esta tencnología
Hidrógeno blanco, la incógnita por despejar en la ecuación energética del futuro
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Iniciar sesiónEn España son muchas las regiones que se han comprometido con el desarrollo del hidrógeno verde, y ya están avanzando distintos proyectos que permitan crear los denominados valles de hidrógeno. «Son una solución maravillosa a nivel económico, técnico y social porque es la forma ... de probar las tecnologías y crear puestos de trabajo sostenibles en el tiempo», comienza por destacar Francisco Montalbán, presidente de la Asociación Andaluza del Hidrógeno. Permite además «dar la rentabilidad económica a los proyectos desde el primer momento y es la manera de ir de forma rápida para desarrollar tecnologías del hidrógeno», añade. Y el desarrollo de estos valles implica colaboración «incluso entre empresas que son competencia». En su opinión, el éxito de los proyectos de hidrógeno verde pasa precisamente por «saber compartir y colaborar para que todos ganen un poco».
Hasta once valles del hidrógeno se han proyectado en España repartidos por Puertollano (Ciudad Real), Andalucía, Cataluña, Extremadura, País Vasco, Galicia, Castilla y León, Murcia, Aragón y Mallorca. Según el censo de la Asociación Española del Hidrógeno (AEH2) existen 123 proyectos registrados que abarcan toda la cadena de valor y proceden de 46 entidades asociadas. La inversión público y privada, hasta 2030, rondará los 21.000 millones de euros.
Estándares
Algunos proyectos bandera están abriendo camino en este movimiento transformador que recorre toda España. Iberdrola, por ejemplo, es actualmente líder en producción de hidrógeno verde en España con la mayor planta de hidrógeno verde de Europa, con 20 MW de electrolizador, situada en Puertollano (Ciudad Real). «Esta instalación tiene como objetivo la descarbonización del sector de fertilizantes y amoniaco. Está conectada de manera directa a una planta fotovoltaica de 100 MW, que abastece de electricidad renovable su electrolizador, sin emisiones», resalta Ibán Molina, director de Hidrógeno Verde de Iberdrola España.
El hidrógeno verde coge velocidad como gran vector de la movilidad del futuro
María José Pérez-BarcoEl Perte estructurado en torno a esta tecnología está impulsado ya una docena proyectos destinados a descarbonizar el transporte por tierra, mar y aire
También cuenta con la primera hidrogenera de uso público para movilidad pesada, el Proyecto Barcelona de 2,5 MW, que suministra hidrógeno a los autobuses urbanos de Barcelona entre otros clientes. «El papel de Iberdrola es ayudar a la transición energética y facilitar la descarbonización mediante la producción de hidrógeno verde, de aquellos sectores difíciles de electrificar», añade. La compañía quiere estar presente en otros proyectos ubicados en distintos puntos del país, como en Galicia, «donde hemos apostado por la fabricación de metanol verde, o en Palos de la Frontera, donde hemos sido seleccionados como Proyecto Importante de Interés Europeo, mediante la subvención IPCEI».
Desde Iberdrola recuerdan que con la situación vivida recientemente debido a la pandemia y a la guerra de Ucrania, muchas empresas han apostado por la independencia energética, por lo que ha aumentado su receptividad al hidrógeno verde como solución descarbonizadora. «Consideramos que, con ayuda de las subvenciones nacionales y europeas, además del desarrollo de la madurez en equipos de producción de hidrógeno y su consecuente reducción de costes, ayudará a que las empresas de estos sectores quieran utilizarlo», explica Molina.
Existen 123 proyectos que abarcan toda la cadena de valor, según los datos de la patronal AEH2
Cepsa, por su parte, lidera el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde donde trabaja en el desarrollo de dos plantas de hidrógeno verde (una en la provincia de Huelva y otra en la de Cádiz), con una capacidad total de 2 GW y una producción de hasta 300.000 toneladas. «Asimismo, también produciremos combustibles renovables a partir de hidrógeno verde: vamos a desarrollar una planta de metanol verde en Huelva – que será una de las cinco mayores plantas de metanol verde del mundo, con una capacidad de producción anual de 300.000 toneladas de metanol-, y otra de amoniaco verde en Cádiz – que se convertirá en el mayor proyecto de amoníaco verde de Europa, con una capacidad de producción anual de 750.000 toneladas de amoniaco-», explica Enrique Iglesias, director de Estructuración Comercial del Negocio de Hidrógeno de Cepsa. Para llevar a cabo este ambicioso proyecto «estamos impulsando un gran ecosistema de colaboración entre productores de electricidad, 'partners' y consumidores para que pueda desarrollarse toda la cadena de valor, fomentando así la competitividad del proyecto y la de la actividad de todos los actores implicados», añade.
Actualmente, en esta comunidad autónoma se consume el 40% del hidrógeno que se produce en España y se trata de uno de los lugares de Europa con mayor capacidad de generación y producción de energía eólica y solar fotovoltaica a costes más bajos. «Andalucía cuenta con las mejores condiciones para ser una de las regiones más competitivas y eficientes del mundo en la producción de hidrógeno verde», reconoce Iglesias. Además, Andalucía cuenta con una infraestructura portuaria de primer nivel, conectada con los principales puertos de Europa y del mundo. «Los puertos de Algeciras y Huelva son dos localizaciones clave en las rutas de exportación y tráfico marítimo tanto hacia el norte de Europa como hacia Asia y África», puntualiza.
Cemex ha sido pionera en la incorporación del hidrógeno a pequeña escala en la producción de cemento, con un proyecto piloto en su fábrica de Alicante en 2019 y que, por su exitoso resultado, implementó en todos sus hornos en Europa a finales de 2020 y continúa implantando desde entonces en el resto de sus fábricas a nivel mundial. Desde 1990 están trabajando en reducir las emisiones en el proceso de combustión y desde entonces han conseguido una reducción del 30% y esperan llegar al 47% en 20230. «En el uso de combustibles alternativo el hidrógeno verde tiene doble vertiente. Es agua, por lo que la energía que aporta no tiene dióxido de carbono, y además potencia la llama. Es uno de los efectos más potentes que hemos encontrado», indica Francisco Iniesta, responsable de proyectos de CO2 en Europa de Cemex. Tras el éxito de su aplicación en la planta de cemento en Alicante se escaló rápidamente al resto de plantas que tienen en otros continentes.
Pendiente de escalar
A pesar del éxito de su aplicación «los costes la hacen poco aplicable o poco competitiva», indica Iniesta. No obstante, asegura que «es ilusionante pensar que, si seguimos un desarrollo paralelo al de las energías renovables, la tecnología llegará a una economía de escala y lo hará aplicable en un futuro que será relativamente corto». Mientras esto ocurre, en Cemex se está potenciando el uso del hidrógeno verde como recurso tecnológico puente para aumentar la descarbonización. De esta forma «con el uso de un poco de hidrógeno se multiplica el uso de los combustibles alternativos».
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