¿Quién pierde y quién gana con la subida de tipos del BCE?
En las últimas dos semanas ha quedado claro que varios miembros del Consejo de Gobierno prefieren un alza del 0,50%
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Iniciar sesiónEl Banco Central Europeo (BCE) ha elevado sus tipos de interés, por primera vez en once años, con el objetivo de frenar la fuerte escalada de la inflación en la zona euro, que en junio alcanzó el 8,6%. Inicialmente, el BCE había adelantado que ... la subida sería del 0,25%, pero en las últimas dos semanas ya había quedado claro que varios miembros del Consejo de Gobierno preferían una subida del 0,50%, tal y como ha anunciado hoy la entidad central.
Los efectos de la medida se están también trasladando ya a todos los bolsillos europeos en mayor o menor medida. ¿Quién pierde y quién gana con la subida de tipos?
Empecemos por los bancos comerciales, que obtienen su liquidez, o dinero, del Banco Central Europeo. Al subir su tasa de refinanciación, una de sus tres tasas clave de su modelo de negocio, el BCE cobrará más por esa liquidez. Y debido al efecto dominó, los bancos trasladarán esos aumentos a sus clientes. Comprar una vivienda, por consiguiente, será a partir de ahora más complicado: la subida de los precios inmobiliarios, que ya se nota desde hace varios meses, seguramente continuará. Las empresas, que han tenido fácil acceso al crédito en los últimos años, también deberían verse afectadas. Los bancos podrían rechazar, por ejemplo, préstamos para proyectos que consideren arriesgados. Sin embargo, «los costes de la financiación inmobiliaria solo dependen en parte de los tipos de interés oficiales del BCE y también están determinados por la oferta y la demanda o la solvencia del prestatario», señala Andreas Lipkow, analista de Comdirect.
En los últimos años, por otra parte, los bancos tenían que pagar un 0,5% al depositar dinero en el BCE. Era una forma de animarlos a inyectar su liquidez en la economía. El resultado fue que muchas entidades repercutieron este cargo a sus clientes en forma de «comisión de custodia», si el saldo de sus cuentas corrientes superaba un determinado monto. Ahora este coste adicional debería tender a desaparecer, de manera que se abaratará la utilización de una cuenta corriente. El cambio en los tipos de interés restablecerá además los márgenes de las entidades bancarias, que deberían poder ofrecer una rentabilidad más atractiva sobre determinadas inversiones. Sin embargo, es probable que pase algún tiempo antes de que puedan volver a ganar un interés significativo sobre los ahorros, advierte Elmar Völker, analista de LBB en W, «no se espera que el aumento de las tasas de interés básicas y las tasas de ahorro sea lo suficientemente amplio como para compensar las altas tasas de inflación«, señala, aguando la fiesta de los ahorradores.
Grandes perdedores serán también los gobiernos que se financian a sí mismos en los mercados a base de emisiones de deuda que hasta ahora les salían prácticamente gratis. Tras años de tipos de interés cero -o incluso negativos- la carga de la deuda aumentará, reduciendo el margen de maniobra presupuestaria. Esto tendrá como consecuencia que se reducirán las políticas de gasto y políticas sociales. Quizá, en el mejor de los casos, los gobiernos se apliquen a sí mismos medidas disciplinarias fiscales que a largo plazo repercutan positivamente y de forma estructural sobre los contribuyentes, pero la primera impresión será negativa.
Y, además, están las bolsas. Durante años, los mercados bursátiles se han beneficiado de las bajas tasas de interés y la entrada de dinero de los principales bancos centrales. Ante los bajos rendimientos de la deuda pública, los inversores buscaron activos de riesgo, especialmente acciones, y los mercados bursátiles se dispararon. En las últimas semanas, sin embargo, los mercados bursátiles mundiales se han desplomado a medida que los bancos centrales han reforzado su control sobre la inflación. Las acciones tecnológicas se han visto especialmente afectadas: el índice Nasdaq ya ha bajado un 30 % desde sus máximos de finales de 2021. Y junio fue el peor mes en la historia de bitcoin, con una caída de más del 40%. Como el BCE «actúa con mucha lentitud y comunica con antelación las subidas de tipos, los inversores llevan mucho tiempo preparados, lo que va en contra de grandes fluctuaciones» en las bolsas, apunta Elmar Völker.
En todo caso, la más importante consecuencia de esta subida de los tipos de interés depende de si el BCE logra o no con ella el objetivo de apaciguar la inflación. Si lo consigue, ganamos todos. En caso contrario, nos espera un largo y tortuoso camino de afiladas aristas tanto económicas como políticas. Y mientras esperamos con la respiración contenida los datos de IPC de los próximos meses, vemos que desde que el BCE ha apuntado a un aumento en el precio del dinero, las primas de riesgo del sur de Europa se fragmentan. Para controlar este efecto perverso, BCE ha aprobado una una nueva herramienta antifragmentación para los países periféricos. Las subidas de los tipos de interés podrían ser más acusadas cuanto más potente resulte el programa anunciado para combatir la llamada fragmentación en la zona euro.
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