Las pensiones se examinan hoy con récord de deuda a pesar del alza de cotizaciones
La subida de cuotas ha sido insuficiente para destensar las cuentas de la Seguridad Social, que valúa la Airef

Tres años después de la primera de las reformas de las pensiones impulsada por el exministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, es el momento de que el sistema público pase su primera prueba con la que la Autoridad Fiscal (Airef) debe determinar la ... sostenibilidad del sistema. Y aunque todo apunta a que el dictamen será favorable, después de los cambios contables impulsados por el Gobierno para que cuadren las cuentas, el examen de las pensiones llega con un récord de deuda de la Seguridad Social; el déficit en máximo histórico; unas previsiones de incremento del gasto a medio y largo plazo; y unas medidas que, como el incremento de cotizaciones, no parecen haber sido suficientes como para frenar la sangría financiera que sigue acechando a las pensiones públicas.
Independientemente de la prueba oficial y del dictamen más oficioso, la realidad de la Seguridad Social refleja una deuda histórica como consecuencia de las inyecciones de dinero que el Estado ha tenido que formalizar en los últimos años para que la Seguridad Social pudiera hacer frente al pago de las pensiones, sobre todo en momentos como el de las pagas extraordinarias de junio y diciembre. A finales de 2024 ese endeudamiento superó los 126.000 millones de euros, un 8,6% más que el año anterior.
Desde hace cinco años, la deuda de la Seguridad Social se ha incrementado un 50%. En este periodo ha mediado tanto la crisis del Covid como las distintas reformas del sistema de pensiones que no han impedido que el endeudamiento siguiera incrementándose desde los 85.000 millones de 2020 hasta el nivel actual.
Más presión hasta 2050
En todo este tiempo también han subido con fuerza el importe de las nuevas pensiones que acceden al sistema, como consecuencia de la jubilación de los 'baby boomer'. Con los últimos datos encima de la mesa, la cuantía de una nueva pensión que se da de alta en del régimen general –el más numeroso– se encuentra en los 1.761 euros al mes. Son 233 euros más, de media, de las pensiones que se daban de alta por jubilación en 2020. Además, la nómina mensual que ahora afronta la Seguridad Social roza los 13.500 millones, un 50% más que en 2018.
Las reformas aprobadas en la era de Escrivá, quien ahora es el gobernador del Banco de España, se basaron en tres pilares: la suficiencia, con medidas como la revalorización automática en función de la inflación anual; la equidad, con la reducción de la brecha de género o la futura ampliación de los años de cálculo hasta los 29, descartando los dos años peores; y la sostenibilidad. En este último punto es donde han llegado los incrementos de las cotizaciones sociales para tratar de ir cuadrando las cuentas ante el incremento del gasto.
Por una parte, se ha aprobado un incremento gradual de las bases máximas de cotización hasta el año 2050, con 1,2 puntos sobre el IPC, frente a una revalorización de las pensiones máximas inferior a esos porcentajes. Además, se aplica la cuota de solidaridad para los salarios más altos; y el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que va elevando las cotizaciones de todos los trabajadores hasta el año 2029.
Lo que parecen haber logrado las reformas es un retraso en la edad real de jubilación, que ya está por encima de los 65 años. Los retiros anticipados ya solo suponen un tercio del total mientras que la jubilación demorada, que ya suponen un 11% de las altas, por las medidas para fomentar la prolongación de la vida laboral.
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