Patronales, neobancos y consumidores atacaron la opa de BBVA ante la CNMC

Advirtieron de riesgos de competencia y para las pymes en el test de mercado que se realizó en la fase uno

BBVA y Banco Sabadell maniobran con empresarios para influir en la opa

La sede de BBVA en Madrid AFP

Patronales empresariales, neobancos y asociaciones de consumidores transmitieron a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) duras críticas a la opa de BBVA sobre Banco Sabadell. Lo hicieron en el test de mercado que realizó la institución en la ... fase uno del análisis que tiene abierto sobre la operación; hace más de dos semanas, la organización dirigida por Cani Fernández alargó su examen a fase dos para recabar más información.

En la citada fase uno, que ha durado más de cinco meses, la CNMC requirió la opinión de diversos actores del mercado para tratar de dilucidar si la opa generaría problemas de competencia, de peores condiciones para los clientes, de reducción del crédito a empresas (especialmente pymes), de exclusión financiera… Por ello, se puso en contacto con entidades financieras tradicionales, neobancos o bancos digitales, patronales y asociaciones de consumidores. A los sindicatos se les dejó fuera de ese test de mercado pero igualmente enviaron a la organización su postura de rechazo.

A todos ellos se les remitieron diferentes formularios con preguntas sobre la operación y sus implicaciones: desde si la operación puede alterar la competencia en el mercado, a si los nuevos operadores bancarios digitales generan más competencia, pasando por riesgos generales que puede generar la operación. A unos actores se les remitía un formulario con unas seis cuestiones y a otros con algunas preguntas más. También se preguntó por el cierre de sucursales y la exclusión financiera.

Las conclusiones se decantaron hacia la tesis que sostiene el Sabadell de que esta opa entraña muchos riesgos. En concreto, patronales, neobancos y asociaciones de consumidores mostraron beligerancia en las respuestas que remitieron a Competencia.

La banca tradicional, sin embargo, le dijo a la CNMC que aunque desapareciera el Sabadell todavía habría margen para competir

Patronales de empresarios consultadas por la CNMC informaron del riesgo que existe sobre el cambio en las condiciones que se ofrecen al tejido productivo y pusieron el foco en la posible reducción del crédito para pymes. Es decir, que si desaparece el Sabadell, haya muchas pymes que vean recortada su financiación y eso pueda poner en riesgo su viabilidad.

Esa es una preocupación real en las patronales -algunas ya lo han manifestado en público-, que defienden la necesidad de que haya la mayor oferta de bancos posible. Y la desaparición del Sabadell, que está muy enfocado a ese segmento, haría daño al tejido productivo, argumentaron.

Las asociaciones de consumidores transmitieron al supervisor que la opa provocará menor competencia, menor oferta entre la que elegir y que amenaza la atención presencial de los colectivos de mayor edad. En su caso centraron sus respuestas principalmente en la banca de particulares.

Las claves

Examen inicial

La CNMC requirió a bastantes actores del mercado su opinión sobre cómo quedaría el mercado bancario. Gran parte de las respuestas se decantaban hacia la tesis de Banco Sabadell de que genera problemas de competencia.

Alargar el análisis

En fase dos, que alarga el análisis, se preguntará a los actores del mercado por los compromisos ofrecidos por BBVA. Con todo, Competencia señala a ABC que en la fase uno «se avanzó mucho en la investigación».

Los neobancos o bancos digitales, que ganan cada vez más cuota de mercado en España, también fueron requeridos por Competencia. Las respuestas en este caso ahondaron en que la operación generaría una merma en la competencia que podría derivar en un problema en el mercado español, con menor capacidad de elección para los clientes. Al mismo tiempo, señalaron que los propios neobancos pueden colocarse como una alternativa a esa reducción de la competencia tradicional.

La mayoría de respuestas que recibió la CNMC decantaban la balanza del lado de la oposición dura que ha mantenido el Sabadell desde el inicio de la opa allá por mayo. Pero no fue unánime. La banca tradicional, que fue también consultada, mostró un posicionamiento totalmente opuesto al del resto de actores. Las entidades transmitieron a la institución dirigida por Cani Fernández que la opa de BBVA no causará problemas de competencia ni de concentración bancarias. No aprecian, a su juicio, que vaya a generarse una situación anómala en el mercado español y argumentaron que todavía hay margen para competir.

Asimismo, el sector informó de que en España ya no solo está presente la banca tradicional sino que hay neobancos y fintech que también operan en el mercado nacional y que suponen una alternativa extra para los clientes.

Fase dos

Teniendo en cuenta todos estos posicionamientos, Competencia decidió alargar su examen a fase dos, donde realizará un nuevo análisis sobre el estado de la situación presentando a los actores del mercado los compromisos que ha ofrecido BBVA para salvar todos estos riesgos, que no han sido escrutados en la fase uno. Es decir, se preguntará expresamente sobre si los compromisos del banco vasco son suficientes.

Fuentes de la CNMC señalan que «en la primera fase del procedimiento se avanzó mucho en la investigación. Y sobre la base de la información recibida y la metodología de análisis empleada, se han identificado preliminarmente los grandes problemas de competencia que justifican el paso a segunda fase».

En la nota sucinta que hizo pública el 20 de noviembre, y que opera a modo de resumen del extenso informe en fase uno, la CNMC señala que «el análisis en primera fase no permite descartar riesgos potenciales para la competencia». Y apunta a que aunque no habría monopolio, sí resultaría una estructura de duopolio en 50 municipios. El principal problema estaría en regiones como Cataluña y Comunidad Valenciana.

Competencia advirtió en su análisis sobre el riesgo de empeoramiento de las condiciones comerciales, del riesgo de exclusión financiera y del riesgo de reducción del crédito a pymes. Pese a todo, en buena parte de su análisis la CNMC utiliza coletillas de que no dispone de información suficiente o que no puede concluir de determinada manera sobre los riesgos; de ahí que alargue el examen a fase dos.

El supervisor añade que «en esta segunda fase se podrán valorar por las partes y la notificante podrá ofrecer compromisos concretos para solucionar» los problemas de competencia.

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