El peor junio en ocho años crea 54.541 empleos, menos de la mitad que en 2022

En junio del pasado año España creo más del doble de empleo (115.607) que en el sexto mes de 2023, que registró la peor cifra desde 2015, y si lo que se analiza es la ocupación en el último ejercicio ocurre algo similar. Los 521.610 puestos generados entre junio de 2022 y junio de 2023 contrastan con los casi 850.000 de un año antes. Un recorte que no permite aseverar que la economía «va como una moto», frase con la que el presidente, Pedro Sánchez, sacó pecho días antes de que Eurostat le refrescara la memoria y recordara que España dobla el paro europeo y es líder en desemplo juvenil, con una tasa del 30%.

Casi todos los sectores tuvieron un comportamiento peor de lo esperado en junio. El que más empleo creó fue hostelería, con 32.260, un 10% menos que un año antes, seguido de comercio (30.084), actividades sanitarias y servicios sociales (25.775) y actividades administrativas y servicios auxiliares (21.508). El final del curso escolar vuelve a hacer estragos y deja 51.722 parados y agricultura pierde 33.605.

Las cifras publicadas por los ministerios de Trabajo y Seguridad Social sitúan el total de cotizantes en 20.869.940, la cifra más alta de la serie histórica. El empleo crece a un saludable ritmo anual del 2,56%, que se mantiene como un indicador retardado de la economía, que avanza por encima del 4%. Mientras, el SEPE contabilizaron en junio 2.688.842 desempleados, un mínimo en quince años, que no evita que España sea el farolillo rojo en Europa en número de parados. La desaceleración en este caso viene cuando se analizan las cifras de paro del último año. La rebaja del desempleo entre junio de 2023 y junio de 2022 ha sido de 191.740 frente a los 733.757 de un año antes.

Uno de cada cinco nuevos afiliados trabaja en Madrid, que crea más empleo que la media «impulsado por una política fiscal racional y con menos trabas que en el resto de España», destacó este martes Francisco Aranda, portavoz de la patronal madrileña. Desde CEOE se avisó de una desaceleración del empleo más profunda en la segunda parte del año y reclamó estabilidad institucional y seguridad jurídica para generar confianza que ayude al crecimiento y al empleo.

Los datos de afiliación también reflejan que dieciocho meses después de la entrada en vigor de la reforma laboral hay tres millones de afiliados más con contrato fijo que en diciembre de 2021, el último mes antes de la entrada en vigor de la reforma. Lo que no reflejan estos datos es lo que ya apuntan los servicios de análisis de las principales compañías de colocación de empleo del país: la duración media del contrato fijo se ha desplomado a mínimos de los últimos tres lustros, indicativo de un incremento de los niveles de rotación en el empleo fijo. El Banco de España revelaba un dato llamativo al respecto: en el último año se ha duplicado el volumen de contratos fijos que se destruyen y acaban en el paro.

El portavoz económico del PP, Juan Bravo, adelantó que si el PP gobierna mejorará la reforma laboral que en 2012 puso en marcha la exministra de Empleo, Fátima Báñez. De la de Yolanda Díaz dijo que es un «maquillaje de los datos de paro». La estadística está muy influenciada por esta reforma, dado que los fijos discontinuos, la figura estrella, no son considerados parados cuando están inactivos, y tampoco salen del paro cuando empieza la temporada alta. Muchos contratados no transitan del paro al empleo aunque, pasen de cobrar una ayuda a un sueldo.