Se busca caballero blanco para Talgo. Razón: Gobierno de España S. L.

De momento, esta misma semana, a toda prisa porque al final se quedan sin el caramelito, el consorcio Magyar presentaba al supervisor español el folleto explicativo de su oferta por el cien por cien de la cotizada española. A cinco euros por acción, 619,3 millones de euros, lo que pone en marcha el cronómetro para el Gobierno que deberá dar una respuesta en los tres próximos meses. Es el tiempo del que disponen para encontrar 'caballero' que lance contraoferta o lo que se tercie.

Tras la oficialidad, las declaraciones del titular de Economía, Carlos Cuerpo, en línea con lo transmitido desde el resto del Gabinete de Sánchez en las últimas semanas, sobre preservar tanto el control estratégico del fabricante de trenes en España como... el peso que juega la seguridad en esta operación. ¡Acabáramos! Enseñando la patita real. Porque urge también evitar un conflicto diplomático con Bruselas que, no lo duden, anda analizando la operación de los húngaros por la posibilidad que les ofrece engullir Talgo, ya que le proporcionaría al consorcio respaldado por el Gobierno de Viktor Orbán tomar las riendas precisamente de uno de los fabricantes mejores postulados a encauzar la reconstrucción de las infraestructuras de Ucrania.

Por ahora, desde Palacio presidencial han tocado el timbre de la puerta de la constelación de los inversores patrióticos, eso sí, todos ellos con la aquiescencia del sanchismo, ¡faltaría más! Piensen, que haberlos, haylos. Algunos, amigos del sanchismo de esos que saben nadar siempre en todas las aguas y guardar la ropa y la cartera. Aunque, ya se sabe, muchos son los llamados y pocos los elegidos. Veremos. La estela a seguir, el ejemplo de los ejemplos, Indra. Buscas un Escribano que adquiera una participación en condiciones, y a correr. Así sientas amigos en los órganos de gobierno de las empresas estratégicas y aquí paz y después gloria. Todo muy lógico.

Otro tanto de irracionalidad sucede con la operación de Telefónica, donde el Gobierno sigue actuando como Pedro por su casa pese a tratarse de la compañía bandera del sector en España y ser una de las grandes cotizadas. Con total opacidad y por la técnica del goteo, desde la SEPI -Sociedad Estatal de Participaciones Industriales- van anunciando la ocupación de la teleco, sin más explicación que la supuesta protección por parte de un Ejecutivo que parece más bien el elemento del que habría que protegerse.

A día de hoy dicen tener un 3% del capital y derechos sobre al menos otro 2% vía swap. Pero, ¿quién paga el coste de ese producto híbrido? ¿Cuánto cuesta? ¿Por qué no lo afloran de una vez? Y así, entre declaraciones y declaraciones, creo que ya solo le falta por pronunciarse al jefe de bedeles de La Moncloa a propósito de la oportunidad de empotrarse en la compañía y juguetear con el dinero de los españoles.

No cuesta imaginar que si la preocupación por Telefónica hubiera sido legítima, como la que afirman tener sobre Talgo, habría bastado con apretar el botón de la ley antiopas. Por extensión, si se están merendando el accionariado con compras cacareadas desde la portavocía del Consejo de Ministros, es fácil pensar que lo que persiguen es enseñorearse de la conquista y apoltronarse en el consejo de administración, y vaya usted a saber en cuántos otros despachos técnicos desde donde mostrar que Pedro Sánchez y los suyos no se paran en barras. Por dinero será. No es un milagro, son sus impuestos.

El caso es que, a día de hoy, la falta de Presupuestos del Estado no ha frenado a Sánchez en su plan de comprarse el Estado para sí con el dinero de todos. Incluso aunque venga de fondos públicos previstos para autonomías y municipios. O, mejor aún, si son otros los que prestan el dinero para que lo controle él y los suyos. Hoy por ti y mañana por mí es la divisa de un Gobierno echado al monte y sin líneas rojas para evitar que trascienda a la opinión pública el desmontaje del Estado de derecho y la apropiación más indebida de los principales activos estratégicos.

Por cierto, no pierdan de vista a Grifols, que algo se está cociendo, de a poquito desde antes de sacar adelante la última legislatura. Con el cartel de «Al rescate. Se aceptan propinas» por aquello de que lo mismo son también estratégicos, como Air Europa y Plus Ultra... Están montando un país de Cascajosas, Koldos y Broncanos. ¿Qué podría salir mal?