el quinto en discordia
Crecimiento insuficiente
El mucho mejor comportamiento de otras economías del sur de Europa deja un poso de amargor que evidencia la oportunidad pérdida
Respuesta valiente (24/04/2023)
Hace lo contrario en vivienda (14/04/2023)
La ministra Calviño, con el líder de la UGT, Pepe Álvarez
La semana pasada conocimos el dato de crecimiento del primer trimestre. En los tres primeros meses del año, la economía española ha crecido medio punto, lo que dejaría el crecimiento del año cerca del 2%. Las lecturas del dato, como siempre, van por barrios ... y es aconsejable coger algo de distancia para no dejarse llevar por las interpretaciones siempre interesadas de unos y otros.
Si hace sólo un año nos hubieran dicho que la economía española iba a estar creciendo a este ritmo tras los miedos que se desataron con la invasión de Ucrania no nos lo hubiéramos creído. Los peores augurios –cortes de suministros, cierre de capacidad– no se han cumplido. Además, pese al desplome de la confianza del consumidor a niveles pocas veces visto, los 'animal spirits' no se han resentido y la dinámicas de la economía han aguantado sorprendentemente bien. Esto, sin duda, son buenas noticias pero, importa enfatizar, no son exclusivas de la economía española. La economía mundial ha salvado mucho mejor la bola de partido que las fuertes subidas del precio de las materias primas, el repunte de la inflación y las subidas de tipos de interés planteaban hace solo unos meses.
Ahora no deberíamos caer en la complacencia. El mucho mejor comportamiento de otras economías del sur de Europa deja un poso de amargor que evidencia la oportunidad pérdida. Portugal, Grecia, no sólo están creciendo más, sino que han sido de los países que mejor han aprovechado esta crisis para enderezar algunas cosas y acometer importantes reformas estructurales. Hay pocas dudas de que este gobierno tan aficionado al autobombo ha malogrado una magnífica ocasión. No han tenido ni la valentía ni la audacia para plantear mejoras de calado para los males más que diagnosticados de nuestra economía. Han preferido el atajo populista con propuestas ramplonas para problemas complejos. Y últimamente, como podemos ver en esa carrera a ninguna parte en la que están inmersos, más.
La clave es que da igual, no va a ser suficiente. Su única baza, la economía, no lo va a hacer mal, pero no les va a servir. Sencillamente porque no cabe el indulto para los pactos con el diablo.