Elogio de la polarización

A su juicio, los intelectuales de su país son demasiado pesimistas con la polarización. La polarización es una fricción desagradable, que erosiona la amistad cívica, pero la verdad es que la mayor parte de la historia de EE.UU. ha sido así. «Al polarizarnos y gritarnos unos a otros, en realidad resolvemos las cosas y eventualmente avanzamos», dice. No siempre se resuelve de la manera correcta, pero Cowen confía en que la democracia americana va a sobrevivir a sus actuales desafíos.

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Su reivindicación de la polarización va aún más allá. «La polarización tiene sus beneficios. En la mayoría de los casos, dices lo que piensas y, tarde o temprano, alguien gana. Mientras que mostrarse razonable ante los ciudadanos está sobrevalorado». Cowen cita el caso de Alemania, un país con una política no ideológica, que tiene gobiernos de coalición de centro desde 2005 y que ha castigado a los extremistas de Alternativa por Alemania (AfD), aislándolos tras un cordón sanitario. Pese a eso, que suena tan razonable, como país «han tomado todas las decisiones equivocadas». Y explica: «Toda su estrategia de comprar energía barata a Rusia para vender sus productos industriales en China fue un enorme error. Apostaron la mayor parte de su economía a eso y ninguna de esas cosas funcionó. Tampoco tienen Ejército alguno. No es cuestión de decir 'está bien, no gastan lo suficiente'. Literalmente tenían tropas que no tenían armas para entrenar y se vieron obligados a usar escobas. Alemania está verdaderamente jodida y no quiere afrontarlo. Pero cuando escuchas hablar a sus políticos -y entiendo alemán- siempre parecen inteligentes y razonables».

No es la primera vez que leo una crítica al consenso alemán y a lo mucho que oculta con su noción de 'no hacer olitas'. Tampoco creo que la polarización sea un problema grave mientras haya instituciones legitimadas que permitan resolver las diferencias. En EE.UU. estamos viendo que los juicios a Donald Trump avanzan pese a las acusaciones de 'lawfare' contra el Poder Judicial. En España, el sistema electoral tiene una gran credibilidad pese al ruido que hay con el voto por correo. El problema no es tanto la polarización como el engaño sistemático para provocarla, la colonización de las instituciones y el poco respeto a los poderes contramayoritarios. jmuller@abc.es