El IPC sube casi un punto, al 3,5%, impulsado por la luz y los carburantes

El INE atribuyó el repunte, que vuelve a alejar el IPC español de la cifra-objetivo del 2% considerado como nivel de equilibrio por el BCE, al encarecimiento de las gasolinas, pero sobre todo el precio de la luz, que experimentó una fuerte bajada en septiembre del año pasado al calor de la activación de la llamada excepción ibérica y de la menor demanda y que esta vez parece haber evolucionado de forma más moderada.

La tendencia de septiembre parece el prólogo de un nuevo episodio de presión de los precios energéticos, quizá no tan drástico como el vivido en las vísperas y posteriormente en los primeros meses tras la invasión rusa de Ucrania, pero también dañino para la evolución de los precios. El Banco de España avanzó en su última actualización de previsiones difundida hace apenas unos días que esperaba un avance cercano al 20% del IPC de la energía en 2024, cuando en junio el crecimiento esperaba era del 12%.

El fenómeno, además, puede verse agravado en España por la presumible retirada de las rebajas fiscales en el IVA del recibo de la luz y del gas vigentes desde hace meses y que han permitido abaratar la factura energética a millones de familias y cientos de miles de empresas en los últimos meses. El Banco de España estimó que de confirmarse la retirada de estas medidas en 2024 se añadirían 1,5 puntos al IPC del año, que según sus última estimaciones se situará en el 4,3%, frente al 3,6% que se preveía en junio.

Según la información avanzada este miércoles por el INE, la cesta de la compra tipo de los españoles se encareció en septiembre un 0,2% más respecto a agosto y encadena ya ocho subidas mensuales consecutivas, desde el pasado mes de febrero, lo que indica que el episodio inflacionista está lejos de haberse superado. La tasa anual de crecimiento de los precios se incrementó hasta el 3,5%, nueve décimas más que en agosto, y medida según la metodología común en Europa, que la hace comparable con el resto de economías del euro, estaría ya en el 3,2%.

Con el avance de septiembre, la inflación encadena tres meses consecutivos de ascensos después de que en julio y agosto subiera cuatro y tres décimas, respectivamente, según los datos avanzados publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De esta forma, la tasa interanual del IPC vuelve a superar el 3% tras tres meses por debajo de esta cota y se sitúa en su nivel más elevado desde el pasado mes de abril, cuando alcanzó el 4,1%.

En una valoración circulada a las agencias, el Ministerio de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital ha subrayado que los datos del IPC de septiembre «reflejan el efecto base de los precios de la electricidad y, en menor medida, en los carburantes» -un efecto, por cierto, al que nunca hizo referencia el ministerio en sus notas mientras el IPC se desplomó en la primera mitad del año por esa misma circunstancia- al tiempo que ha destacado que «España lleva más de un año entre los países con menor inflación y mayor crecimiento de la zona euro», informa EP.

Noticia Relacionada

El Banco de España espera un repunte de la inflación el año que viene y reajusta a la baja el crecimiento para 2024 y 2025

Bruno Pérez

Eleva del 3,6% al 4,3% su previsión de IPC de cara al próximo año por la previsible retirada de las medidas fiscales para bajar el recibo de la luz y el gas y la escalada del precio del petróleo

Los datos difundidos por el INE mejoran, por el contrario, la fotografía de la inflación subyacente, el indicador que el BCE ha decidido tomar como referencia para determinar si la política monetaria está cumpliendo los objetivos que se preveían. En septiembre el indicador bajó por debajo de la frontera del 6% en que se mueve desde hace alrededor de un año y se situó en el 5,8%, tasa 2,3 puntos superior a la del IPC general y la más baja desde junio de 2022, cuando se situó en el 5,5%.

El Ministerio de Asuntos Económicos no perdió la oportunidad de destacar que las medidas de política económica adoptadas por el Gobierno «están favoreciendo la competitividad de las empresas españolas, la ganancia de cuota de mercado y el aumento del poder adquisitivo de los salarios».