La Inteligencia Artificial generará un aumento de productividad del 3,3%: estos son los sectores más afectados
El crecimiento potencial de la economía española sería de un 2% adicional anual
El estudio de McKinsey los cambios en el mundo del trabajo y promoverá la productividad laboral en países con salarios altos
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La Inteligencia Artificial (IA) parece asustar incluso a sus creadores y suscita entre nosotros inquietudes e inseguridades, pero desde el punto de vista económico no hay duda de que llega con un pan debajo del brazo. El último informe de McKinsey refleja el ... inmenso impulso que aportará a la productividad global, una revolución comparable a la de la industrialización que llegó con la máquina de vapor.
Los programas informáticos que resuelven problemas de manera creativa y completan tareas como humanos, la denominada IA generativa, aportará un aumento de la productividad anual en la economía mundial entre 2023 y 2040 que, dependiendo del escenario asumido, será de entre el 0,2% y 3,3%. El aumento de productividad esperado para Alemania se encuentra en el rango más alto, aunque mucho dependerá de los trabajadores cuyos trabajos están siendo absorbidos por computadoras y que se trasladarán a trabajos que al menos igualen su nivel actual de productividad.
Los cálculos de McKinsey coinciden con los realizados por otros estudios que se han centrado en España, como el que publicó el pasado mes de mayo la consultora financiera y tecnológica AFI, que estima un impacto de la IA en la economía española de un aumento de productividad laboral por hora trabajada a un ritmo anual de casi el 3%, seis veces superior al ritmo medio registrado entre 2007 y 2022. El crecimiento potencial de la economía española sería de un 2% adicional anual y compensaría la escasez de mano de obra prevista debido al efecto demográfico e inversión de la pirámide de población. El PIB per cápita podría crecer en España a una tasa media anual del 1,8%.
Las estimaciones de McKinsey son, en cambio, más conservadoras que las realizadas anteriormente por Goldman Sachs, que en marzo calculó que «el impulso a la productividad laboral mundial podría ser económicamente significativo y calculamos que la IA podría llegar a aumentar el PIB mundial en un 7% anual». Goldman considera que estamos «al borde de una rápida automatización de las tareas que impulsará el ahorro de costes laborales y aumentará la productividad» y que la capacidad de la IA generativa para romper las barreras de comunicación entre humanos y máquinas reflejan un avance con efectos macroeconómicos potencialmente grandes».
La IA «acelerará los cambios en el mundo del trabajo y promoverá la productividad laboral en países con salarios altos», dice Rodney Zemmel, uno de los autores del estudio, «liberará a las personas del trabajo rutinario y, por lo tanto, creará una nueva libertad para el trabajo creativo y la innovación que podría compensar la desaceleración general del crecimiento de la productividad en las últimas décadas». En cualquiera de los escenarios, según los cálculos de McKinsey, en 2045 habrá sustituido el 45% de los empleos actuales.
«Nuestros escenarios actualizados predicen que casi la mitad de las actividades laborales actuales se habrán automatizado», ha declarado a Die Welt Gérard Richter, socio senior de la oficina de McKinsey en Fráncfort, «conduciría a cambios significativos en los perfiles de trabajo y se volverá valiosa cualquier experiencia que las personas tengan con las herramientas de IA, que vale la pena mencionar el currículum». La previsión se ha adelantado una década a lo estimado en un estudio anterior, realizado en 2017.
Impacto heterogéneo por sectores
El añadido de PIB aparecerá por desigual en los diversos sectores económicos: destacan la banca con un aumento de productividad de entre un 2,8% y un 4,7%, hasta 340.000 millones de dólares y el sector de las altas tecnologías, donde la aportación añadida de productividad puede llegar al 9,3%, unos 460.000 millones de dólares adicionales. Entre los sectores menos afectados figuran la construcción, el sector público y la agricultura. Según la investigación de McKinsey, la IA generativa podría generar a escala global entre 2,6 billones y 4,4 billones de dólares a escala global anualmente y tendrá su mayor impacto en cuatro áreas: servicio al cliente, marketing y ventas, desarrollo de software e investigación y desarrollo.
«Es capaz de apoyar las interacciones con los clientes, generar contenido creativo para marketing y ventas, y diseñar programas de computadora, por nombrar solo algunas tareas», añade el estudio, «para los empleados de diversas profesiones es importante practicar el uso de la inteligencia artificial, asistir a cursos de formación y sobre todo romper las reservas y simplemente probar nuevas herramientas, pero las empresas también tienen un desafío: deben asegurarse de crear la infraestructura que es tan importante para esto, ofrecer la capacitación suficiente y alentar a sus empleados a involucrarse con las nuevas tecnologías lo antes posible».
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