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Cinco razones por las que acudir a una agencia a comprar una vivienda

Contar con el asesoramiento profesional de un agente inmobiliario hace que este proceso sea mucho más llevadero

Un hombre mirando el escaparate de una inmobiliaria de Córdoba VALERIO MERINO

Pisos.com

Comprar una vivienda es uno de los pasos más importantes que se dan en la vida. Es una decisión que se toma con seguridad, después de haber meditado y echado números. Contar con el asesoramiento profesional de un agente inmobiliario hace que este proceso sea mucho más llevadero. Una intermediación eficaz y de confianza antes, durante y después de la operación libera al comprador de preocupaciones y molestias. Desde pisos.com creemos que el papel de las agencias es fundamental. Por eso te damos cinco razones para acudir a ellas si estás pensando en ser propietario:

1. Especialistas de zona. Las agencias de barrio son negocios que conocen de forma muy concreta cada piso a la venta en las cercanías. Esta forma de trabajar, con un amplio conocimiento del mercado local, representa una garantía para el potencial comprador, dado que va a recibir información detallada de primera mano. Esta especialización geográfica ayuda a transmitir un servicio individualizado , pues el agente será capaz de responder a la demanda del futuro propietario con gran exactitud.  

2. Capacidad de negociación. Lograr un acuerdo que vaya en la línea de las pretensiones del vendedor y que, al mismo tiempo, encaje con las expectativas y el presupuesto del comprador es más sencillo cuando un agente sirve de nexo. Cuando se tiene experiencia a la hora de negociar, los tratos se cierran de forma más rápida. Además, el comprador no tendrá que pasar por la incómoda situación de plantear contraofertas que el vendedor pueda interpretar como poco serias.

3. Ahorro de tiempo. Visitar una vivienda tras otra es agotador. La buena noticia es que los agentes saben lo que quiere el comprador porque, previamente, le han entrevistado para valorar sus necesidades. Este filtrado acota la base disponible de inmuebles con el fin de planificar visitas que realmente merezcan la pena, dado que se tratará de viviendas adaptadas a los criterios de búsqueda. No solo se ahorra tiempo en las visitas, también en todo el papeleo y la burocracia que rodea la compraventa.

4. Conseguir una hipoteca. El préstamo hipotecario es la llave que permite financiar la compra a la mayoría de los propietarios. Las agencias conocen el perfil financiero de aquellos que solicitan sus servicios y saben perfectamente si la solicitud de crédito de un cliente va a ser aceptada o va a tener dificultades. Al mantener estrechas relaciones con la banca, los asesores inmobiliarios pueden mediar a nuestro favor y aclarar nuestras dudas.

5. Trámites legales. La petición de una nota simple al Registro de la Propiedad, el certificado energético de la vivienda, el documento que demuestra que el vendedor está al día de sus pagos a la comunidad de vecinos, la redacción del contrato de compraventa, su elevación a escritura pública, la liquidación de impuestos… Los trámites son muchos y no siempre se cuenta con la cualificación necesaria para abarcarlos. De todo esto se ocupa la agencia.

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