La IA que revisa cada coma y evita errores millonarios
Text Radar es una herramienta que analiza documentos para detectar incoherencias y discrepancias que pueden tener un alto coste para las empresas
Cómo no perder el tren de las ventajas de la inteligencia artificial
José Massa explica cómo las discrepancias se muestran en la aplicación
Empezar a comercializar después de tres años de trabajo suena a paciencia, pero también a precisión. Text Radar es una startup que tiene detrás de su lanzamiento miles de horas de desarrollo y una idea clara: evitar errores críticos en documentos que podrían tener ... graves consecuencias económicas y legales. La idea se concibió entre clases y cafés en plena pandemia, mientras conversaba con colegas del mundo académico, explica su presidente Jose Massa. «Ya veíamos en aquel entonces que el empuje de la IA iba a ser fuerte, y había tareas muy mecánicas como la edición de textos en el mundo jurídico que no estaban resueltas, así que nos preguntamos '¿cómo podría ayudarnos la IA a resolver esta tarea?' Y de ahí surgió la idea de crear una aplicación que agilizara estos procesos», explica.
Una vez dada forma, comenzaron a rodearse del talento adecuado. Contrataron a Iván Arias, «un fenómeno en este campo», en palabras de Massa, un ingeniero superior de telecomunicaciones y doctor en lingüística computacional –un perfil híbrido muy valioso para este proyecto–. Comenzaron así a formar un equipo comprometido y multidisciplinar. Desde entonces, un equipo de cinco personas contratadas –y 40 socios– han estado afinando y volcados en empujar el proyecto.
La herramienta Text Radar no escribe, no inventa, no conversa. No pretende competir con un chatbot. Su función es leer y comparar con rigor milimétrico. Se trata de detectar incoherencias y discrepancias en documentos complejos –como errores tipográficos, variaciones numéricas o incoherencias discursivas, que podrían pasar inadvertidas al ojo humano– para facilitar su revisión. «Nuestra IA lo detecta. No lo corrige, pero lo señala. Y eso, muchas veces, es todo lo que se necesita para evitar un problema serio». Por ejemplo, en grandes operaciones, puede comparar cientos de páginas entre sí –como las que se manejan en fusiones, adquisiciones o licitaciones– donde cada versión de un documento pasa por múltiples manos y la presión, las prisas, las revisiones de última hora, pueden generar alguna incongruencia.
El funcionamiento es sencillo e intuitivo. El usuario comienza subiendo uno o varios documentos a la plataforma, ya sea en formatos como .docx, .doc, .pdf o .txt. A partir de ahí, pone en marcha su motor de IA, capaz de detectar discrepancias semánticas y posibles incoherencias, tanto internas como entre documentos relacionados. Una vez realizado el análisis, los resultados se muestran en pantalla de forma clara y accesible.
Aunque el público natural parece ser el jurídico –despachos, asesores, departamentos de compliance–, Text Radar puede ser útil para editores, grandes contratistas o cualquier empresa que prepare ofertas complejas para licitaciones públicas. La herramienta ya opera en español, inglés, francés, alemán, italiano y portugués. Y no es solo para las grandes empresas. Una de sus principales bazas es que ofrece el nivel de revisión de una gran consultora a una pyme que no tenga recursos para contratar un equipo legal completo. Ahora, con la herramienta en pleno funcionamiento, la empresa mira más allá y está considerando abrir una ronda de inversión para dar el salto internacional.