Las goteras sin sellar de la gestión hídrica en las 'smart cities'
A pesar de las iniciativas pioneras, la falta de estándares y de una regulación específica impide aprovechar todo el potencial de la tecnología en el uso eficaz del agua
La tecnología escarba una solución para el estrés hídrico
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Iniciar sesiónLograr una gestión eficiente de los recursos hídricos es uno de los mayores retos a los que se enfrenta el ser humano, especialmente en un proceso de calentamiento global. España, que este año sufre una sequía excepcional, tiene actualmente los embalses a menos del ... 50% de su capacidad, por lo que es sumamente importante garantizar que se utilice hasta la última gota y que se pueda depurar el agua ya utilizada. La tecnología desempeña un papel clave en este proceso, que forma parte de la creación de los nuevos entornos urbanos conectados y sostenibles, conocidos como ciudades inteligentes o 'smart cities', en inglés.
«El mayor reto es el de crear los estándares y la regulación específica para estos entornos. Con la estandarización universal los fabricantes se asegurarían que los sensores y plataformas creados serian compatibles con todas las infraestructuras críticas de gestión integral de agua», asegura Cristina Villar, alumni de la UOC y autora de una investigación universitaria publicada en la revista MDPI Smart Cities sobre la necesidad de digitalizar la infraestructura crítica del agua.
La consecución de normas uniformes mejoraría la variedad de dispositivos de vigilancia y detección, lo que facilitaría la digitalización, afirma Villar. Otros desafíos que se plantearían tras la instalación de nuevos dispositivos digitales son garantizar que el servicio permanezca constantemente operativo o que no haya interferencias de la cobertura móvil para que los instrumentos se conecten correctamente. «Un reto importante sería asegurar las infraestructuras contra ataques cibernéticos ya que cualquier acceso no autorizado de un agente externo podría afectar al suministro de agua potable de la 'smart city'», dice.
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«La tecnología es el único camino hacia la eficiencia hídrica», dice María Gil, Spain country manager de la empresa Idrica. «Ya sea optimizar la gestión del agua, predecir la demanda con antelación o localizar fugas, por citar algunas, la plataforma que hemos desarrollado permite dar un paso hacia la transformación digital a las empresas gestoras del agua, toda vez que mejora la gestión hídrica», añade la ejecutiva de Idrica, una compañía española que implementó una solución de riego inteligente en una región de Qatar necesitada de una gestión eficiente del agua. «Gracias al uso de 'machine learning' y de algoritmia avanzada somos capaces de optimizar el consumo del agua tratada y la energía», dice Gil.
Toda esta tecnología sirve también para actuar con mayor rapidez en caso de avería, con la intención de evitar despilfarros. El uso de nuevos dispositivos sensores y actuadores junto con la inteligencia artificial sirven para mejorar la rapidez con la que se pueden controlar las incidencias en las infraestructuras de abastecimiento de agua. A su vez, esta tecnología también puede permitir llevar a cabo acciones automáticas, como el cierre de compuertas de suministro en caso de avería. «Se acortarían los tiempos de control de la incidencia y por consecuencia los de resolución, porque se detectaría en tiempo real la problemática. Lo que conllevaría eficiencias en el ahorro hídrico», dice Villar.
«En España los sistemas de control del agua están aún muy verdes en cuanto a digitalización se refiere. Son muy tradicionales y difíciles de conectar a internet, pero es el momento ideal para hacer un big bang y poder implementar un control en tiempo real con el fin de evitar desperdiciar un bien tan preciado para la humanidad», concluye Villar.
Los datos serán protagonistas indiscutibles en esta revolución pendiente. El uso de algoritmos avanzados es un apoyo muy importante para los trabajadores que gestionan los sistemas de agua, ya que en caso de fuga pueden localizar los puntos donde se está perdiendo agua. En este sentido, uno de los proyectos en los que participa Idrica es el despliegue con Emasesa, la empresa metropolitana de abastecimiento de agua de Sevilla, de un lago de datos que le permitirá centralizar el acceso a la información de toda la compañía, de forma que los operadores dispongan de los datos más precisos en tiempo real.
Situación diversa
Con respecto a la infraestructura de gestión de agua, en España existe una gran heterogeneidad con respecto a su estado. «Las condiciones de la infraestructura de gestión del agua en las ciudades españolas son muy heterogéneas, pero sí que la valoración que habitualmente se hace desde el sector es que tienen una edad media elevada y un nivel de digitalización y actualización relativamente bajo», dice Fernando Vizoso, socio de consulting corporates de KPMG en España. «Por ejemplo, es significativo que el 44% de las redes de alcantarillado en España tienen más de cuarenta años, circunstancia que se da especialmente en las principales áreas urbanas como Madrid o Barcelona. Fuentes como la OCDE o AEAS cifran el déficit de inversión en esta materia en unos 3.000 millones de euros anuales en la próxima década», indica Vizoso, que considera de máxima importancia invertir en nueva infraestructura a la vez que dotar a la existente de nueva tecnología.
Las nuevas infraestructuras en las que hay que invertir son principalmente las de aguas residuales y depuración, afirma. En este sentido, la empresa gestora del agua en Madrid cuenta con un presupuesto de unos 350 millones de euros para renovar 1.200 kilómetros de tuberías, dentro de un plan para modernizar hasta 3.000 kilómetros de aquí a 2030. «Es necesario realizar una fuerte inversión para la mejora y modernización de estas infraestructuras, que debe ir acompañada de una inversión en tecnología», dice Gil, de Idrica.
Como parte de los fondos de recuperación para modernizar la economía española, existe un Perte para digitalizar el ciclo del agua. Prevé movilizar 3.060 millones en inversiones públicas y privadas para digitalizar el uso del agua en entornos urbanos y sistemas de riego. «Sin duda el nuevo Perte de digitalización del agua es una respuesta a esta situación y debería servir como catalizador para que estas infraestructuras tan esenciales puedan reducir el gap de capacidades y mantenimiento que sostienen con otros países de nuestro entorno», afirma Vizoso (KPMG).
En una situación de máxima tensión hídrica, las ciudades comienzan a edificar la gestión inteligente de un recurso cada vez más preciado.
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