Caldera propone dar cursos al 50% de los parados para sacarlos de las listas
El laboratorio que dirige el ex ministro de Trabajo Jesús Caldera elabora varias propuestas sobre las políticas activas de empleo
JAVIER GONZÁLEZ NAVARRO
La Fundación Ideas ha presentado hoy su informe sobre la reforma de las políticas activas de empleo, una de cuyas propuestas es elevar considerablemente el número de parados que reciben cursos de formación, cifra que en 2010 ha caído al 10% del total de desempleados. ... El «objetivo nacional», según el vicepresidente ejecutivo de la Fundación y diputado socialista, Jesús Caldera, sería el de que el 50% de los parados recibieran cursos de formación. Lo que no dijo el ex ministro de Trabajo socialista es que esa propuesta conllevaría la exclusión de las listas oficiales de desempleados de la mitad de los parados inscritos, unos 2.042.988 según los últimos datos de octubre. Este «lapsus» de Caldera pudo deberse a que fue él, pocas semanas antes de las últimas elecciones generales, quien propuso que se sacaran de las listas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem), que gestionan las comunidades autónomas, a los parados que realizan cursos de formación, los que perciben el subsidio agrario y los que solicitan empleos con unas determinadas condiciones. En octubre, los desempleados que fueron excluidos de las listas fueron 494.723.
Otra propuesta de la Fundación Ideas es crear la figura del «desempleado-trabajador», es decir, combinar subsidio de paro con salario. Por ejemplo, que un desempleado que tiene un trabajo de baja remuneración o de economía «sumergida» pueda complementar este sueldo con una parte proporcional del subsidio. Este laboratorio socialista también propone vincular las prestaciones que reciben los parados con su participación en cursos de formación y búsqueda activa de empleo. Para ello, se establecería un sistema de bonificaciones y de penalizaciones.
Caldera hizo hincapié en fomentar la colaboración entre los servicios públicos de empleo, que apenas intermedian un 5% de las colocaciones, y las agencias privadas que pronto empezarán a funcionar en nuestro país como ya sucede desde hace años en Europa.
El ex ministro admitió que estos servicios públicos de empleo no responden a las necesidades actuales, «quizás porque reciben las peores ofertas de trabajo».
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