Europa busca excepciones al proteccionismo de Washington

Semejantes estímulos suponen una gran tentación para muchas empresas europeas, que obtendrán mayores beneficios si trasladan su actividad al otro lado del Atlántico, por lo que la Comisión Europea se prepara para contraatacar con su propio plan. En este contexto, los ministros de Economía de Alemania y Francia, Robert Habeck y Bruno le Maire, viajaron ayer a Washington en una expedición diplomática extraordinaria, coordinada con Bruselas y con dos objetivos prioritarios: defender el plan de Ursula von der Leyen ante la administración Biden y conseguir excepciones en la aplicación del IRA para empresas europeas.

«El IRA cambia las reglas de juego, ofrece ventajas competitivas que, unidas a los bajos precios de la energía en EE.UU., ponen en peligro nuestra industria en sectores clave», declaró Le Maire. «La solución no es entrar en una carrera de subvenciones que muchos países no pueden permitirse», dijo por su parte el canciller alemán, «sencillamente no queremos ser tratados peor que Canadá y México como socios comerciales de EE.UU.», países que han logrado ya programas de excepciones. Su ministro de Economía, Robert Habeck, expersó su optimismo: cree que la disputa comercial puede resolverse «pronto». «Queremos brindar apoyo», dijo, «el ambiente de trabajo que hemos desarrollado permite explorar formas en que las partes problemáticas de la IRA quizá puedan resolverse». «Estoy bastante seguro de que tal vez ni hoy ni mañana, pero en los próximos días y semanas lograremos encontrar más soluciones».

La IRA permite, por ejemplo, comprar un coche eléctrico con una subvención de 7.500 dólares con el único requisito de que todos sus componentes sean de fabricación nacional. La UE argumenta que esto va en contra del principio básico de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de no discriminación, que establece que los productos propios y extranjeros deben ser tratados por igual.

En las reuniones en Washington con la secretaria del Tesoro Janet Yellen, con la representante comercial de Estados Unidos Katherine Tai, y con la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, Le Maire ha defendido que, si bien los subsidios son aceptables, deben cumplir con las normas de la OMC y debe haber igualdad de condiciones, pero es poco probable una revisión de la ley por parte del Congreso de los EE.UU. y la UE no quiere un enfrentamiento directo en la OMC, por lo que la expedición franco-alemana ve su mejor baza en la negociación de excepciones en la implementación de la IRA por parte del Departamento del Tesoro, que en diciembre admitió al menos que los vehículos eléctricos construidos fuera de Estados Unidos calificarán para créditos fiscales en los contratos de alquiler. En marzo proporcionará pautas para los vehículos eléctricos comprados, pero ahí parece haber menos margen de maniobra.

La Comisión Europea y la Casa Blanca han establecido un grupo de trabajo de alto nivel para discutir el tema. Habeck y Le Maire han sugerido concesiones para el suministro de materiales críticos para las baterías de los vehículos.

Francia ha liderado el frente europeo que pide que Bruselas responda con su propio programa de subvenciones a gran escala. Alemania es más prudente a escala europea, pero en 2022 ya implementó su propio programa de subvenciones para contrarrestar los efectos de la inflación por valor de 100.000 millones de euros. Estas posiciones tan dispares hacen dudar sobre si Habeck y Le Maire viajan juntos a Washington para sumar fuerzas diplomáticas o para vigilarse el uno al otro.