Empresarios madrileños y valencianos piden menor presión fiscal y seguridad jurídica para potenciar el eje Madrid-Valencia

La cumbre ha reunido en el Real Casino de Madrid a representantes empresariales y a directivos de algunas de las principales empresas españolas, además de a los presidentes de ambas regiones, Isabel Díaz Ayuso y Carlos Mazón y a los alcales de Madrid y Valencia, José Luis Martínez Almeida y María José Catalá.

El Eje Madrid-Comunidad Valenciana es uno de los más importantes de Europa. Por él circula el 40% del tráfico de comercio exterior, a través del puerto de Valencia y del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. El 30% del tráfico de mercancías en este eje se realiza por ferrocarril, multiplicando por seis la cuota que tiene en el conjunto de España. Esta conexión es, además, uno de los principales corredores en movimiento de personas.

En este sentido, Garrido ha recordado que «solo cuando la política nos ha separado se ha paralizado esa relación natural» entre ambas regiones. Y con el mismo apego se ha pronunciado Antonio Arias, de la Asociación de Empresas Valenciana AVE. «Tenemos nexos culturales y familiares… Tenemos el aeropureto de Barajas y el Puerto de Valencia, infraestructuras clave para el turismo y el comercio. Somos un ejemplo de creación de empleo y riqueza».

La cumbre empresarial se ha desarrollado a través de dos mesas redondas en las que han participado empresas clave para este eje estratégico. La primera de ellas ha tratado sobre el papel fundamental en la logística española que tiene el corredor Madrid-Valencia. La presidenta de la Autoridad Portuaria de Valencia, Mar Chao, ha reivindicado la importancia de la infraestructura valenciana para el comercio a nivel europeo y ha destacado las inversiones que están realizando para promover la intermodalidad en el transporte de mercancías con el ferrocarril. «Hemos invertido 240 millones de euros en lo que es un proyecto estratégico para el país».

«Los puertos somos facilitadores. Un nudo más en la cadena logística para que las empresas puedan importar, exportar, colocar su mercancía en cualquier lugar del mundo y que lo hagan a un precio competitivo», ha remarcado Chao. En este sentido, puertos y navieras temen al impacto que puede tener la directiva europea de mercados de derechos de emisión de CO2 que ha entrado en vigor este año y cuyas tasas irán en aumento progresivo hasta 2026.

Para el presidente de MSC en España, Francisco Lorente, los nuevos gravámenes dejan en clara desventaja a los puertos españoles. «Un barco que salga de Hong Kong y pare en Valencia tiene que pagar un impuesto de 300.000 euros, mientras que si lo hace en Tánger no va a pagar prácticamente nada», ha subrayado Lorente, a la vez que ha remarcado la posición privilegiada que tiene el puerto valenciano. «La industria marítima ha generado monstruos que navegan por todos los mares del mundo y hay muy pocos puertos favorecidos por estos gigantes. Valencia es uno de los elegidos. Su ubicación geográfica la hace distinta».

También crítico con la directiva europea se ha mostrado el presidente de Baleària, Adolfo Utor. «Europa se ha puesto a la cabeza en regular las emisiones, pero si estamos solos va a ser imposible ganar la batalla del cambio climático». Lamenta que esto pase cuando las empresas ya están invirtiendo en su propio beneficio para descarbonizar los buques. «Baleària ha hecho de la necesidad, virtud; casi el 30% de nuestra flota se mueve con gas natural licuado (GNL)», ha destacado Utor.

Por su parte, el presidente de Sending, Juan Pablo Lázaro, también ha destacado la necesidad de proyectos logísticos multimodales para atraer inversores extranjeros. «Hay empresas asiáticas que buscan instalarse en Europa y lo hacen en Países Bajos en lugar de España».

En la segunda mesa dedicada a la movilidad y energía también ha habido críticas a la Administración. Especialmente duro se ha mostrado el consejero delegado de Endesa, José Bogas, que ha afirmado que la fiscalidad en España es «una cosa demencial» e «injusta», pues se compite con otras empresas a nivel global que no tienen los mismos condicionantes. Durante su intervención el directivo ha denunciado esta situación, señalando que «está detrayendo recursos para invertir».

Ante esto, Bogas ha asegurado que para que el sector funcione «solo hay dos reglas: que la energía sea competitiva para el cliente y que la inversión sea rentable para el inversor», y por ello ha pedido una regulación «incentivadora».

El consejero delegado de Endesa también se ha pronunciado sobre el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima de España (Pniec), y aunque ha reconocido que es «muy ambicioso» y se siente «orgulloso de él», ha asegurado que tiene «serias discrepancias de que vaya a funcionar».

Bogas ha criticado que no se contempla un impulso a la electrificación y que sin estas políticas «es casi imposible llegar» a los objetivos de incremento de la demanda.

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La cumbre ha sido inaugurada por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, que ha destacado la importancia de esta jornada para «estrechar lazos entre dos comunidades autónomas fundamentales para el futuro de España» como la Comunidad Valenciana y la Comunidad de Madrid, «regiones que comparten un mismo modelo político de hacer la vida más fácil a las personas y que creen que «la libertad es la mejor forma de seguir progresando».