Ocho de cada diez empresarios detecta problemas de convivencia entre generaciones

Las empresas españolas están detectando problemas intergeneracionales entre sus equipos, por lo que, el 84% de los directivos reconocer haber implementado medidas para combatir las dificultades derivadas de la edad entre los equipos, según el informe. Incluso, el 74% de las empresas considera que una mala gestión de la diversidad generacional tendría o tiene efectos en su negocio.

Del informe se desprende que las empresas españolas buscan herramientas para enfrentarse al reto de la diversidad generacional en las plantillas, donde más de la mitad de los empresarios (56%) lo relaciona directamente con la brecha digital, entonces se genera una dificultad entre el talento senior y el talento joven trabajen de forma conjunta (56%). En España, las peculiaridades del mercado laboral convierten a la diversidad generacional en una realidad. Para ello, se ha considerado necesario que las empresas desplieguen captación y preservación del talento más sofisticado, que alberguen aspectos comunes para el talento joven y el talento senior.

Por ello, entre los planes de las empresas se busca fortalecer la creación de entornos que promuevan las relaciones intergeneracionales (38%), los programas de mentoring y coaching (38%) y la ejecución de un plan de Diversidad Generacional (35%). Además, el 23% de los directivos españoles indican que es necesario romper la brecha digital y crear sinergias entre generaciones, lo que constituye el principal desafío. Adicional a ello, el 17% la integración y la convivencia entre las generaciones, la gestión del talento joven (14%) y la necesidad de contar con un soporte continúo y de escucha para detectar distintas sensibilidades entre los colectivos (13%).

Entre las habilidades que están perfeccionando los empresarios en sus planes como parte de las acciones a implementar: las upskilling y reskilling con formación profesional (33%), las políticas de conciliación (28%), la remuneración variable a objetivos de diversidad generacional (25%) las políticas de evolución salarial (24%) y el estudio de la jornada de 4 días (17%).

Esto debido a que, el 93% de los consultados considera que su negocio requiere de nuevas competencias y que no encuentra entre sus empleados en un 77%. Según lo que muestra el informe de Grant, la coyuntura antes presentada se debe a que los empresarios encuentran una descoordinación entre el ámbito corporativo y la educación superior. Por ello, los departamentos de recursos humanos de las empresas españolas se están orientando en dos direcciones principales: el 38% de las empresas consultadas afirma estar fomentando la formación de sus empleados.

Para Aurora Sanz, Socia Directora de Laboral en Grant Thornton, «No existe una fórmula mágica para ganar esta batalla en la guerra del talento, pero algunas políticas allanan enormemente el camino. La construcción de una marca de empleador positiva y coherente con la realidad laboral». Para ello, se considera que las empresas han de desplegar políticas de captación y preservación del talento más sofisticadas, que alberguen aspectos comunes para el talento joven y el talento senior.

También evaluaron las consideraciones que debe tener un trabajador entre las competencias más apreciadas (38%), seguida de la adaptación al cambio (36%) y la creatividad (35%). Le siguen otras como empatía y liderazgo (31%), competencias y destrezas (30%), proactividad (28%). El 38% de las empresas consultadas afirma estar fomentando la formación de sus empleados, mientras que el 30% asegura estar contratando nuevos perfiles. En un escalón inferior se sitúan las políticas para fomentar entornos de bienestar para la plantilla, así como la retención y el compromiso del talento (ambos con el 27%) y el fomento de programas internos de coaching y mentoring (25%).

Los expertos consultados por GrantThornton consideran que el cambio de valores en las generaciones más jóvenes requiere a las empresas emplear herramientas y estrategias más sofisticadas para atraer al talento joven. La flexibilidad laboral ya no implica solo permitir el teletrabajo y se van adoptando cambios para mejorar la forma de trabajo y la cultura corporativa.