Correos estima pérdidas récord en 2023 y 2024 y complica a la SEPI
Los datos preliminares que se barajan a nivel interno en la empresa postal apuntan a unas pérdidas operativas de más de 300 millones este años y cercanas a los 400 millones el que viene
La empresa postal niega que esas sean las cifras oficiales que se van a presentar a la SEPI y a Hacienda
Correos pierde 600 millones en tres años y se acerca al abismo
Un vigilante maneja el cierre metálico de una oficina de Correos
Correos, el operador postal público y la mayor empresa del Estado por número de trabajadores, parece incapaz de enderezar el rumbo. Tras acumular unas pérdidas operativas cercanas a los 1.000 millones de euros en el quinquenio 2018-2022, durante el que solo logró esquivar ... los números rojos en 2019, las estimaciones preliminares que ha venido manejando a nivel interno la compañía sobre el cierre de 2023 y las expectativas para 2024 muestran un escenario desolador, que no solo no mejora la fotografía de los últimos años sino que incluso la empeora empujando a la sociedad a la situación financiera más dramática de su historia.
Según esas cifras preliminares, a las que ha tenido acceso ABC, la empresa postal del Estado espera cerrar el ejercicio de 2023 con un desequilibrio operativo de 326 millones de euros, el peor de su historia, que se dispararía de forma dramática el próximo año hasta los 406 millones, un nuevo máximo histórico en la espiral de pérdidas en que ha entrado la compañía.
El fenomenal agujero operativo de Correos quedaría medianamente maquillado en el saldo anual final por la aplicación de los millonarios créditos fiscales acumulados durante años y años de pérdidas, lo que reduciría el desequilibrio de la compañía postal después de impuestos al entorno de los 250 millones este año y por encima de los 315 millones en 2024.
Fuentes oficiales de Correos consultadas por ABC niegan que esas cifras preliminares, que según otras fuentes internas de la compañía sí se han barajado a nivel interno en los trabajos de elaboración del Plan Operativo Anual (POA), se correspondan con la información definitiva que el operador postal ha transmitido a la SEPI dentro del proceso de elaboración del proyecto de Presupuestos del Estado para 2024, en el que Correos, al igual que el resto de empresas públicas, debe trasladar su previsión de cierre de este año y su expectativa para el próximo.
Peor de lo previsto
La información a la que ha tenido acceso ABC muestra una fuerte desviación respecto al objetivo de pérdidas previsto en los Presupuestos de 2023, donde se anticipaba un resultado negativo de 100,69 millones de euros, hasta el punto de que casi lo duplicaría. Y ello pese a la inyección excepcional de ingresos de 150 millones de euros que ha supuesto este año la concentración de convocatorias electorales y el uso especialmente significativa del voto por correo en las generales de julio.
No es ninguna novedad. El desempeño final de la compañía presidida por Juan Manuel Serrano, el que fuera director de gabinete de Pedro Sánchez en el PSOE, lleva varios ejercicios empeorando los resultados previstos. En el último ejercicio del que hay datos oficiales, el de 2022, la empresa pública estimó unos números rojos de 207 millones antes de impuestos, que finalmente terminaron elevándose hasta los 279,4 millones (217 millones, después de impuestos), según consta en el informe anual publicado por la empresa. Ese agujero duplicó las pérdidas acreditadas en 2021, de 136,9 millones, y supuso la segunda peor cifra de toda la historia de Correos, con la única excepción del año de la pandemia, en que el operador postal presentó números rojos de 264,2 millones de euros, muy próximos a los que se prevén este año según la información preliminar que baraja la compañía.
Otro frente abierto para la SEPI
Las expectativas de negocio a corto plazo que Correos traslada en sus informes internos conducen al operador postal a una situación financiera límite. El desempeño de estos últimos cinco años ha erosionado de manera radical la solvencia financiera del grupo. El patrimonio neto del Grupo Correos, observado por los analistas como el indicador más fiable para ponderar su valor real, se ha reducido a la mitad en este periodo, desde los 1.615 millones en que estaba en 2017 hasta 851 millones, a causa sobre todo del crecimiento exponencial del pasivo de la compañía, que se ha más que duplicado durante la era Serrano.
Expertos en análisis mercantil consultados por ABC advierten de que de seguir la tendencia actual la compañía podría entrar en causa de disolución en un plazo de entre tres y cinco años, un periodo que podría acortarse si las pérdidas, como parece, no solo menguan sino que se agravan. Según la legislación mercantil, una empresa entra en causa de disolución cuando su patrimonio neto cae por debajo del 50% del capital, que en Correos es de 611 millones. Las pérdidas se cargan contra el patrimonio neto de la compañía, lo que con el panorama que presenta la información preliminar a la que ha tenido acceso ABC podría acelerar el deterioro financiero de Correos y su eventual entrada en causa de disolución incluso al año 2024.
Fuentes oficiales del operador rechazan de plano la posibilidad de que Correos pueda entrar en causa de disolución.
El foco de la posible solución se dirige a la SEPI. El hólding empresarial propiedad del Estado ya ha tenido que actuar para evitar la entrada en causa de disolución de una de sus empresas más emblemáticas, Navantia, la empresa que gestiona los astilleros públicos, que desde hace más o menos una década mantiene su actividad pese a su frágil situación financiera gracias a los préstamos participativos millonarios realizados por el Estado.
A principios de este año, y ante la incapacidad de Correos para encarrilar sus finanzas, en el entorno del operador postal se especuló con la posibilidad de realizar una ampliación de capital por parte de la SEPI para reforzar el patrimonio del operador postal y alejan la posibilidad de una entrada en causa de disolución. La opción no se concretó.
Sin embargo, la SEPI sí se ha movido para mejorar sus palancas de financiación y desde hace meses mantiene contactos con entidades bancarias para diversificar sus vías de entrada de recursos ante las necesidades que se le puedan presentar. Hay que recordar que la SEPI no solo tiene el desafío de estabilizar la situación financiera de las empresas públicas en pérdidas sino que también está analizando la situación de Telefónica para valorar una posible entrada en su capital.
Correos afronta en los últimos años una situación compleja, en la que los ingresos del negocio postal tradicional se han desplomado y sus apuestas por diversificar su actividad (avión, logística, cloud..) no han funcionado.