La comisaria Vestager gana apoyos frente a Calviño en la carrera por presidir el BEI

La versión que circula en Bruselas es que Vestager cuenta ya con el apoyo del porcentaje necesario de países, lo que significa que hay más gobiernos que prefieren que sea ella quien sustituya al aleman Werner Hoyer en el puesto y que Calviño no puede en ningún caso obtener más apoyos que ella. Pero dado que la decisión se toma por doble mayoría, es decir que la aprueben al menos 18 de los 27 países y que ese bloque sume el 68% del capital del banco, quiere decir que a Vestager le falta todavía convencer a los países grandes, que detentan la mayor parte del capital.

Este procedimiento se acordó para que ni una alianza de países pequeños pudiera superar a los grandes, ni una posición de estos últimos tuviera capacidad de bloquear a los que tienen más acciones del banco. Y en este caso, Alemania sigue dividida porque mientras el canciller Olaf Scholz, socialdemócrata, querría apoyar a Calviño, su ministro de Economía, Christian Lindner, que milita en el partido liberal, prefiere a su correligionaria danesa. Pero los apoyos políticos tampoco son siempre automáticos. Aunque el grupo liberal del Parlamento Europeo se ha manifestado en favor de Vestager, su principal dirigente político. el presidente francés, Emmanuel Macron, no es muy favorable porque le reprocha alguna de sus decisiones como comisaria de Competencia. En los últimos meses, Vestager se ha manifestado abiertamente a favor de que el BEI pueda financiar proyectos con energía nuclear, que es un asunto muy polémico que le interesa mucho a Macron, pero no consta que eso le haya hecho cambiar de opinión. En cuanto a Italia, formalmente mantiene la candidatura del ex ministro Daniele Franco, aparentemente como una estrategia instrumental para lograr otros objetivos a cambio de retirarla.

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El voto de España es importante porque cuenta con casi el 10% del capital, pero si Calviño no logra el apoyo de más países pequeños es poco probable que pueda obtener el puesto en una primera votación. Por ahora le benefician los aplazamientos de la decisión, mientras se despeja la situación política en España.

Por el momento, el mandato de Hoyer no termina hasta enero, así que la cuestión del BEI puede fácilmente mezclarse con los trabajos para renovar las reglas fiscales que dirige precisamente Calviño como presidencia semestral y en los que se entrecruzan los intereses de unos y otros. Alemania (el ministro de Economía) está en contra de lo que intenta proponer Calviño sobre el control de las cuentas públicas, mientras que Italia estaría mucho más a favor de ese enfoque más tolerante con los excesos de gasto público, pero es poco probable que la presidenta del Gobierno, Giorgia Meloni, acepte apoyar a una socialista que forma parte del Gobierno de Pedro Sánchez.