Calviño desafía las dudas y se compromete con los inversores a cumplir los objetivos de reducción de déficit y deuda

«Alcanzaremos nuestros objetivos de reducción de déficit y deuda», se ha comprometido Calviño ante un auditorio formado por inversores y empresarios que el pasado miércoles habían escuchado desde la misma tribuna el mensaje de que la finanzas públicas asomaban como el principal foco de incertidumbre de la economía española para 2023. «Y contribuiremos a la reducción de la inflación en nuestro país», ha recalcado, respondiendo también a las críticas que apuntan a que la orientación general de medidas como la bonificación de 20 céntimos sobre el precio del carburante que estuvo vigente durante nueve meses el año pasado ha podido alentar el repunte de los precios.

La vicepresidenta primera ha presumido de que España sea el país de la Unión Europea que ha conseguido reducir la inflación de manera más sólida en un periodo más corto de tiempo, del efecto balsámico en este sentido de la excepción ibérica que, a su juicio, garantizará unos precios de la energía muy competitivos al tejido industrial doméstico en los próximos meses, y de que todo esto se haya hecho compatible con una reducción de los niveles del déficit y la deuda públicos.

La número dos del Gobierno también ha salido al paso de las voces que dudan de que el caudal de ingresos fiscales que ha proporcionado al Gobierno el margen necesario para adoptar todas las medidas de alivio a hogares y empresas que se han tomado en los últimos meses se vaya a mantener a medio plazo. Calviño ha asegurado que el 70% de esos 50.000 millones de euros extra que el Estado ha sido capaz de meter en caja respecto a 2019 responden a factores estructurales relacionados con el buen comportamiento del empleo, el ensanchamiento de las bases (es decir, el aumento del número de contribuyentes tanto asalariados como empresas), el afloramiento de la economía sumergida y los avances en la lucha contra el fraude.