Un blindaje innovador para atrincherarse frente al ruido
El auge de la rehabilitación camina en paralelo a la mejora de unos aislamientos acústicos que ofrecen cada vez técnicas y materiales más novedosos
Más del 20% de la población asegura sufrir problemas de ruidos de los vecinos o del exterior
Un estudio reciente realizado por la Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes (Afelma) y la Asociación Técnica y Empresarial del Yeso (Atedy) a ciudadanos de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Pamplona, muestra que el 26,3% de los encuestados identificó el ruido como ... el aspecto más preocupante en materia de calidad de vida en su vivienda. Y según datos de 2020 del INE, un 21,9% de personas declaraba problemas de ruidos producidos por vecinos o del exterior. Según la Organización Mundial de la Salud, el exceso de ruido interfiere con las actividades diarias en el hogar, el trabajo y la escuela, reduciendo el rendimiento y provocando cambios de carácter y, además, advierte de que puede causar trastornos del sueño, efectos cardiovasculares y también psicológicos y fisiológicos. Por encima de los 70 dB el ruido puede representar un riesgo para la salud y establece como tolerable para una adecuada habitabilidad un máximo de 55 decibelios.
La acústica de un edificio se centra en la transmisión del sonido principalmente a través de su revestimiento (tanto fachada como cubiertas) y de las particiones verticales, suelos y techos. Hoy en día, a la hora de diseñar una casa o un edificio, el aislamiento acústico está muy presente en el trabajo de todo arquitecto. Además, el Código Técnico de la Edificación ha ido introduciendo exigencias en esta materia. Por otro lado, el mercado de la construcción ha ido desarrollando nuevos materiales y técnicas para conseguir reducir el ruido en el interior de las casas.
«Vivimos un momento de aislamiento energético. Vemos en la rehabilitación de fachadas la instalación de paneles solares, el aislamiento de la fachada y el cambio de carpintería. Y todo ello va a tener dos factores colaterales importantes: la accesibilidad y el aislamiento acústico», explica Sigfrido Herráez, decano del Colegio Oficial de Arquitecto de Madrid. Señala la rapidez con la que evoluciona el mercado, «a favor del ciudadano, de su calidad de vida» y de ahí que ya existan arquitectos especializados en la acústica. El decano de COAM asegura que en los últimos años se han desarrollado «materiales increíbles, aislantes muy estudiados que consiguen un aislamiento muy superior. Se sigue poniendo corcho para aislar, pero evidentemente si inviertes un poco más tienes materiales óptimos». A la hora de hablar del futuro, no tiene dudas de que se usarán «materiales menos contaminantes y más respetuosos con el medio ambiente».
De origen danés, Rockwool cuenta con una fábrica en Navarra desde el año 2000 aunque a nivel comercial están presentes en España desde 1989. Son líderes mundiales en la producción de lana de roca, dedicando su actividad en exclusivo a este producto. Se trata de un producto que proviene de la roca volcánica. «En las fábricas reproducimos un pequeño volcán, fundimos roca basáltica a 1500 grados y después con un proceso de fibrado obtenemos nuestro aislamiento que tiene propiedades únicas en cuanto resistencia al fuego, aislamiento térmico y acústico», explica Miguel Ángel Gallardo, director de la unidad de negocio de España y Portugal.
Según el uso que se vaya a dar a cada producto lo adaptan en función de la densidad, dimensiones, características del producto. En el campo de la acústica buscan materiales que tengan mucha capacidad para absorber el sonido y quedárselo. Gallardo recuerda que además de buscar el aislamiento acústico, el que impiden que lleguen sonidos y ruidos desde el exterior, «la absorción acústica te da el confort» y en una vivienda donde no hay muchas personas es más importante «el aislamiento que viene de fuera porque te afecta más en la calidad de vida, al sueño». Sin embargo, en edificios púbicos como hospitales o restaurantes se debe conseguir «que el sonido que se genera no rebote y vuelva como ruido».
La lana de roca se puede utilizar tanto en el sistema de fachada SATE como en la fachada ventilada, las dos soluciones que se aplican más en España, «y aporta una mejora porque en SATE, por ejemplo, otros aislamientos más rígidos pueden llegar a empeorar la acústica ya que prima el aislamiento térmico. Cuando consigues ambas cosas es fantástico», puntualiza.
Sismo Building Technology Spain es una empresa de construcción industrializada. La tecnología utilizada, surgida en Bélgica en los años 80, llegó a España en 2012. El sistema utilizado en el aislamiento acústico de las viviendas permite prescindir de la colocación de materiales aislantes en la construcción de todo tipo de viviendas y edificios. «Nuestro sistema utiliza unos paneles que se rellenan con hormigón que es uno de los mejores aislantes acústico. A los paneles les podemos dar unos materiales y otros y gracias al hormigón podemos mejorar los valores de aislamiento acústico exigidos por la normativa con un espesor más pequeño que el que usan otros sistemas», indica Javier Rabadán, ingeniero de Sismo y responsable de la gestión comercial.
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Asegura que «a día de hoy el aislamiento acústico no solo es una necesidad sino también una obligatoriedad por normativa, no solo con ruidos exteriores sino entre viviendas e incluso entre estancias de la vivienda». Pero ya no solo la normativa es más exigente, sino que «el cliente también lo es. Se dan cuenta de que no están bien aislados y escuchan demasiado al vecino. España es uno de los países con más ruido al exterior», puntualiza. El sistema que usan es industrializado por lo que hay una parte prefabricada. De esta forma «tenemos elementos ensayados previamente para conocer los valores alcanzados y que el cliente los pueda conocer previamente».
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