De La Coruña a Kazajistán, en 35 años

Porque después de instalarse en el país vecino, Ortega se llevó a Zara nada más y nada menos que a Nueva York (1989). Tras la Gran Manzana, le tocó el turno a otro centro de la moda mundial, París (1990), justo un año antes de la aparición de la segunda línea de cadenas del grupo, Pull&Bear. Es a partir de 1998, con ya cuatro líneas en funcionamiento, cuando la compañía cierra un periodo de expansión limitada (entre 1992 y 1997 suma tan solo ocho países a su mapa) para iniciar una crecimiento espectacular en el exterior. A partir de 1998 entra en Asia y suma como mínimo cuatro países al año a sus «dominios». Los escogidos en 2010 fueron la India, Bulgaria y Kazajistán. En la actualidad está presente en 77 países.

Primeramente, y en ocasiones, dependiendo del mercado en cuestión, la compañía española iniciaba «joint ventures» con socios locales o fanquicias, que en casos acabó comprando. Curiosamente, la presión de la industria local no llevó al grupo a Italia, país enseña de la moda europea, hasta el año 2001 (es significativo que la primera tienda «ecoeficiente» de la cadena, abierta este año a bombo y platillo, esté en el país alpino).

Una de las claves del negocio de la cadena es situar sus tiendas en las mejores calles de compras de las grandes ciudades en que se instala fuera de España. La primera opción es siempre comprar, no alquilar. En Nanjing Road (Shanghai), en la Quinta Avenida de Nueva York, en Corso Vittorio Emmanuele (Milán), en Oxford Street (Londres)... Y para alcanzar esos mercados, Inditex rodeó su base de Arteixo, en la provincia de La Coruña, con plataformas logísticas, que sirven de lanzaderas especializadas, en Castilla y León, Madrid, Aragón, Cataluña y Alicante. A la consolidada internacionalización de Zara, que ya consigue más de tres cuartas partes de su negocio fuera de España, le está siguiendo la de la líneas más «jóvenes» del grupo. A excepción de dos de ellas, todas superan el 50% de ventas internacionales.