CUENTAS SIN CUENTOS

Y el Pacto de Toledo parió un ratón

Pasar los gastos de la seguridad social a Hacienda no soluciona el problema, lo cambia de sitio

25/10/2020 a las 02:01h.

Mucho me temo que poco han servido a sus señorías las decenas de expertos que han pasado por la Comisión del Pacto de Toledo para advertir sobre la crítica situación del sistema de la Seguridad Social. Cuatro años después de su constitución, repartidos durante tres ... legislaturas distintas, los diputados han logrado un preacuerdo, que probablemente esta semana se convertirá en pacto , con recomendaciones para reformar el sistema en aras de garantizar su suficiencia y su sostenibilidad. Unas recomendaciones en las que, mucho me temo, han pesado más los nueve millones de pensionistas y, por tanto, de votantes, que hay en España, que la necesidad de poner encima de la mesa reformas que permitan garantizar no solo las pensiones actuales, sino también las futuras.

El preacuerdo alcanzado se basa en tres pilares: volver a ligar la subida de las pensiones al IPC; trasladar gastos de la Administración de la Seguridad Social a la Administración General del Estado, y retrasar la edad real de jubilación de modo que se acerque lo más posible a la edad legal, que en 2027 llegará a los 67 años. Probablemente de todas estas medidas, la más regresiva, más costosa y más electoralista es la de volver a ligar el alza de las prestaciones a la inflación.

Los pensionistas no pueden ser ajenos a la evolución de la economía, ni a lo que ocurre con los salarios, ni a la salud del sistema. De hecho, el alza de las pensiones estuvo durante años ligada a esa subida del IPC, pero cuando llegó la crisis financiera, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se vio obligado a saltarse la ley y a congelar las pensiones porque no había dinero para pagarlas . Y porque tenía toda la lógica que el ajuste recayera sobre toda la sociedad, no solo sobre los trabajadores. Y eso debería seguir siendo así. De modo que mucho me temo que aunque las pensiones se vuelvan a ligar al IPC, cuando pinten bastos, los pensionistas tendrán también que participar en el esfuerzo colectivo. Otra medida que lejos de aligerar la factura, la incrementará es la de permitir que los trabajadores puedan elegir los mejores años de cotización para calcular la prestación. Lo más lógico, y lo más justo es que la cuantía de la pensión se calcule con las cotizaciones totales.

Asimismo, el hacer que parte de los gastos que ahora se pagan con cotizaciones sociales se financien en el futuro con impuestos no soluciona el problema, sino que lo traslada de sitio . Se aligeran las cuentas de la Seguridad Social, pero se tensionan las del Estado. O dicho de otro modo, si se aplicara ahora mismo, Escrivá trasladaría la patata caliente a Montero . Y por último, parece positivo el retraso de la edad efectiva de jubilación y que se incentiven los planes de pensiones en las empresas, pero cuidado con castigar a quienes trabajan en pequeñas compañías y no pueden tenerlos. Conclusión:cuatro años después el Pacto de Toledo parió un ratón.

Las cifras . España se gasta cada mes casi 10.000 millones de euros en pensiones, una cifra que se ha incrementado en más del 40%en la última década. Es la consecuencia no solo del incremento del número de pensionistas, sino también de que los que se incorporan tienen prestaciones más altas que los que salen del sistema.