CUENTAS SIN CUENTOS
Récord de empleo público y de asesores a dedo
El número de empleados que trabaja en la Administración marcó máximos en 2020. La pandemia explica el aumento de profesores y sanitarios, pero Sánchez debe aclarar por qué se han disparado los cargos de confianza en los Ministerios
España no solo tiene un Gobierno numeroso, con 23 asientos en el Consejo de Ministros, sino que pese a la crisis que atraviesa el país y la deuda disparada, entre los 18 ministros, las cuatro vicepresidentas y el presidente del Ejecutivo tienen contratados el ... mayor número de cargos de confianza desde que en España hay registros : un total de 764. Esta cifra supone un incremento de más del 27% respecto a los que había cuando Sánchez llegó a La Moncloa en 2018, y de más del 50% si los comparamos con los 500 asesores que tenía el Gobierno en 2012, después del fuerte ajuste al que obligó la crisis y Bruselas, según cifras del Ministerio de Política Territorial publicadas por Cinco Días. El anterior récord lo tuvo el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero en el año 2010, también en plena recesión económica , y antes de que Bruselas exigiera los recortes, con 648 asesores, casi doscientos más de los que había en el Gobierno de José María Aznar en el año 2002, cuando comenzaron a registrarse estas cifras. Estos puestos de confianza no están ocupados por funcionarios, son cargos de libre designación, pero su sueldo corre a cargo de los Presupuestos del Estado, y no son precisamente sueldos bajos ya que la mayoría se enmarca en la categoría 30 de la administración, la mejor pagada.
Desde que Pedro Sánchez llegó a Moncloa el número de asesores del Gobierno central se ha disparado más de un 27%
Pero no solo crecen los cargos de confianza. Según los datos que conocimos la pasada semana, el empleo público también marcó máximos a finales de 2020 . De acuerdo con el Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas, hay 2.710.405 personas trabajando para las Administraciones Públicas en España, el máximo de la serie histórica. De esa cifra, un 60% están en nómina de las comunidades autónomas, otro 21% están ocupadas en los ayuntamientos y el 19% restante opera bajo el paraguas de la Administración central. Solo el año pasado, el número de empleados públicos se disparó en casi 113.000 efectivos, la mayor parte de ellos en la segunda mitad del ejercicio. Tiene sentido, si se trata de profesores o personal sanitario para hacer frente a las nuevas necesidades que han surgido con la pandemia, pero mucho me temo que estamos más allá de eso, como demuestran las cifras de cargos de confianza . Disparar el empleo público, con o sin crisis económica, es una constante de los gobiernos socialistas. Y cuando hay que ajustar, en el sector público es mucho más complicado ya que una buena parte de los empleados son funcionarios, a los que no se les puede echar de su puesto de trabajo y hay que esperar a que se jubilen. Y se producen disfunciones como las que vimos en la anterior crisis.
Quizás es esto lo que explique la alta temporalidad en el sector público. Es cierto que no tiene sentido crear plazas vitalicias para tareas que son temporales, pero tampoco lo tiene tener a una misma persona encadenando durante años contratos temporales.
Ningún Gobierno se atreve a hacer una reforma en serio de la Administración, que incluya también las condiciones laborales de los empleados públicos. No tiene sentido que un funcionario de Muface se pueda jubilar a los 60 años sin ningún tipo de penalización, y que una persona que trabaja en el sector privado, con los mismos años cotizados que ese profesor, no pueda hacerlo hasta al menos los 65, si no quiere ser penalizado.
El Gobierno de Sánchez, las autonomías y los ayuntamientos tienen mucha tarea por delante. La remodelación del Ejecutivo central es una oportunidad para reducir ministerios y de paso esas cifras récords de cargos de confianza . Pero eso debería ser solo el primer paso. Remodelar la Administración para acabar con duplicidades y reducir empleo público, debería ser el siguiente.