Hazte premium Hazte premium

Las ventas de Coca-Cola en Portugal bajan un 10% por la nueva tasa para bebidas con azúcar

La multinacional norteamericana invierte 120 millones de euros para comercializar refrescos orgánicos, biológicos y sin gas

REUTERS
Francisco Chacón

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Coca-Cola pone en marcha una nueva estrategia en Portugal ante la entrada en vigor del impuesto sobre el azúcar creado recientemente por el Gobierno socialista de António Costa para las marcas de bebidas refrescantes. Y es que no le ha quedado más remedio a la multinacional que reaccionar, pues sus ventas se han reducido un 10%.

Así las cosas, el flamante ‘country manager’ de la firma para el país vecino, Rui Serpa, anuncia una batería de medidas, cuyo baluarte no es otro que una inversión global de 120 millones de euros al otro lado de la frontera de cara a los próximos cinco años.

Objetivo: dar un vuelco a la imagen de la emblemática empresa norteamericana con la comercialización de nuevos productos orgánicos, biológicos y sin gas (ni azúcar, claro está).

Además, tampoco pierden de vista que, por el contrario, el mercado de agua embotellada ha crecido un 25% en Portugal, en parte porque la gente prefiere cada vez más adquirirla después de las alteraciones en la calidad del servicio general en algunas zonas como consecuencia de la oleada de incendios de octubre de 2017.

Los planes de Coca-Cola entrarán en vigor de forma inminente, a lo largo del próximo mes de abril. «Estamos preparando nuevos productos. Portugal es un mercado de oportunidades y crecimiento, que representa un punto estratégico muy importante para la compañía», ha declarado Rui Serpa justo cuando se cumplen 40 años de la planta ubicada en Azeitao, hasta donde se desplazó el ministro de Economía, Manuel Caldeira Cabral, para los actos de conmemoración.

«No hay duda de que tenemos que adaptarnos cada vez mejor a los gustos de los consumidores portugueses, por eso hemos decidido virar nuestra estrategia para abarcar nuevos segmentos», prosiguió el ‘country manager’ enfatizando su apuesta en un país donde la firma despliega 12 marcas y 49 productos.

Detrás de la tasa impuesta por el Ejecutivo socialista, muy polémica en sus orígenes, se halla una creciente demanda por las bebidas que compiten directamente con las que inundan las estanterías de los herbolarios, caso de la cola artesanal, que suma adeptos mes a mes.

Es la consecuencia de la moda por la alimentación saludable, que destapa un enorme mercado potencial no solo en el presente sino especialmente en un futuro inmediato. Tanto es así que las bebidas bajas e n calorías y sin azúcar abarcan ya un 28% de las ventas totales en Portugal.

Inicialmente, varios representantes de esta y otras marcas consideraron que el impuesto, en aplicación desde el año pasado, resulta «discriminatorio». Con el tiempo, no obstante, la queja ha dado paso a una actitud más pragmática, con el telón de fondo de no desaprovechar las nuevas oportunidades de negocio que se abren con la mudanza en las tendencias.

Pero los perjuicios también pudieron sentirse en el territorio luso, puesto que Coca-Cola frenó una inversión de 40 millones de euros al darse cuenta de que la nueva tasa iba en serio y podía terminar afectando a sus operaciones, como así ha sido.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación