Uralita, una empresa mítica que cumple un siglo en plena forma Parte del negocio del grupo español se concentra en los aislantes
M. LARRAÑAGAMADRID. Son contadas las ocasiones en las que el nombre de una empresa o de un producto se convierte en un genérico y Uralita tiene el privilegio (o el peso, según se mire) de tener
OSCAR HUERTAS El producto estrella de Uralita es el aislante
M. LARRAÑAGA
MADRID. Son contadas las ocasiones en las que el nombre de una empresa o de un producto se convierte en un genérico y Uralita tiene el privilegio (o el peso, según se mire) de tener completamente asociado su nombre a ese producto, aquel ... tejadillo ondulado grisáceo fabricado en un material compuesto por cemento y amianto.
Pero Uralita es mucho más. De hecho, ya no fabrica la famosa «uralita», sino que sus productos para tejados han evolucionado mucho. No en vano, han pasado cien años desde que en 1907 se creara la empresa y a día de hoy Uralita es mucho más que esa imagen que todos tenemos asociada.
Cien años después de su creación, la empresa es una multinacional del sector de productos para construcción con presencia en el mercado europeo y con productos avanzados tecnológicamente, de gran consumo y que, sin embargo, pocos asocian con ella.
La compañía sigue fabricando soluciones para tejados. Nobleza obliga y no podía ser de otra manera, pero aquél tejadillo ha dado paso a productos completos para tejados, que van desde la tradicional teja árabe hasta los modernos tejados de hormigón y con un producto «estrella» llamado «Tectum», que consiste en una solución integral para el recubrimiento interior y el exterior. Nada que ver con aquel fibrocemento sobre un cobertizo o en una nave industrial.
Pero no sólo de tejados vive Uralita. Desde casi el mismo comienzo de la empresa también fabricó tuberías y canalones. Algunos siguen en servicio a día de hoy después de muchos años, pero también en este negocio el producto actual tiene poco que ver con el de hace no ya cien, sino cincuenta años. Ahora mismo, Uralita está presente en todo el negocio de tuberías ya sean de poliéster o de PVC, para saneamiento, para abastecimiento o para evacuación.
Más recientes, aunque no tanto, son las entradas en los negocios de aislamientos o de yeso, pero en estos momentos son con seguridad las estrellas de la producción de Uralita. Y es que, aunque pocos lo sepan, Uralita es el fabricante en España de otra marca que se ha convertido en un genérico: «Pladur», un sistema de placas de yeso para distribución de interiores y que en nuestro país se hizo hace años bastante popular más por su uso para hacer estanterías que para hacer interiores de viviendas, pero que poco a poco va ganando peso en este último apartado.
Y la auténtica «estrella» actual de la producción de Uralita son los aislantes. Fabricados por su filial Ursa, los aislantes constituyen ya la mitad del negocio de Uralita y la parte fundamental de su presencia en el extranjero, no sólo como actividad comercial, sino como actividad industrial.
A fecha de hoy, Ursa tiene trece factorías en Europa y dos más que se encuentran en construcción. Fabrica en Francia, Alemania, Italia, Eslovenia, Bélgica, Hungría, Polonia y Rusia, además de en España, y está presente en los dos productos más avanzados, los aislantes a base de fibra de vidrio y los producidos a partir de materiales plásticos, en los que Uralita se ha decantado por los denominados XPS, muy resistentes a la humedad y con buen aislamiento térmico.
Dentro de esta apuesta por los aislantes, las previsiones del presidente de Uralita, Javier Serratosa, pasan porque Ursa suponga el 70% del negocio del grupo en un plazo de cinco años, «pero no porque las otras áreas no crezcan, que van a hacerlo y mucho, sino porque los aislantes tienen ante sí un panorama mucho más favorable».
Por poner un ejemplo, la entrada en vigor del nuevo Código Técnico de la Edificación supone para Ursa una nueva expectativa, ya que las exigencias de aislamiento térmico y acústico de las nuevas viviendas se han elevado considerablemente.
De igual forma, el desarrollo de los países de la Europa del Este es visto desde Ursa como una inmensa oportunidad de negocio. No es una apuesta de ahora, sino que comenzó hace años. En 1994 Uralita dió el paso de invertir en Rusia y a día de hoy es uno de los diez mayores inversores extranjeros en el área de Moscú, lo que casi equivale a hablar de la Federación Rusa.
«Es curioso. El nombre Uralita proviene de que el material con el que se comenzó a fabricar existía de forma natural en los Montes Urales. Ahora, buena parte de nuestro negocio está ligado a Rusia y cada vez más cerca de los Urales», dice Javier Serratosa. Y es que cien años dan para mucho.
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