Algo pasa con Microsoft

El juego de las sillas en el mundo de las empresas tecnológicas le quitó el trono a Microsoft en mayo de 2010. Fue entonces cuando Apple, el líder indiscutible en el mercado , se situó como la primera empresa tecnológica en valor financiero. Su cotización rondó los 620 millones de dólares el uno de octubre, el día que Google pasó a Microsoft. Un dato que le otorga el título de la empresa mejor valorada en los mercados norteamericanos. Por encima de la petrolera Exxon Mobil. Esta escalada permitió a Apple ser la empresa privada más valiosa de la historia en agosto de 2012. Un hito con el que desbancó precisamente a Microsoft, quien marcaba el record anterior con fecha de 1999. Más de diez años de diferencia que han cambiado las tornas de un mercado que no tiene piedad con quien no se adapta.

Un solo producto de Apple, el teléfono iPhone (que solo tiene cinco años de vida) , genera más beneficios que todos los productos de Microsoft juntos. En el primer trimestre de 2012, las ventas de iPhone facturaron 22.700 millones de dólares; mientras que Microsoft obtuvo unos beneficios de 17.400 millones de dólares en el mismo periodo. Una de las razones principales que explican este retroceso es la dependencia de Microsoft de un mercado saturado : el de los ordenadores personales, como explica Miguel Ángel Bernal, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles. Los consumidores han migrado hacia tecnologías más excitantes. Un informe de la consultora IHS prevé que las ventas de PC’s caerán un 1,2% este año. Por primera vez desde 2001. Esta realidad empuja a Microsoft a la cuesta abajo de la carrera tecnológica. El profesor de Sistemas de Información del Instituto de Empresa Ricardo Pérez opina que Microsoft no ha sabido reaccionar a los cambios del mercado. Como afirma Bernal, «no ha sabido funcionar en las nuevas líneas de desarrollo: aplicaciones de fotos, redes sociales, mapas».

La compañía que fundó Bill Gates ha intentado a lo largo de su década perdida introducirse en otras ramas del mundo digital. Pero ha fracasado casi siempre . Su motor de búsqueda, conocido como Bing, ha sido incapaz de romper la hegemonía de Google, cuyo buscador roza el 85% de cuota de mercado en todo el mundo. La presencia del motor de Microsoft no llega al 5%. Según Perez, « la marca de Google es demasiado fuerte para ganarle terreno en este área».

Su acercamiento a la fabricación de hardware (el envoltorio de los productos informáticos) tampoco ha tenido éxito. Solo se puede destacar el agridulce sabor de la vídeoconsola Xbox. Pero el reproductor de música que presentó para competir con el iPod en noviembre de 2006 dejó de fabricarse en octubre de 2011 por la falta de demanda. Dos meses después de su lanzamiento, Steve Jobs anunció el nacimiento del iPhone . Microsoft volvía a llegar tarde. En teléfonos inteligentes, abandonó su producto Kin y su alianza con Nokia no ha funcionado.

A pesar de este panorama, su negocio tradicional le mantiene como un gigante de internet. La duda está por cuánto tiempo. Microsoft es el primer productor de software (el contenido envuelto dentro de los dispositivos, que se vende a través de licencias) del mundo. Su cifra de negocio alcanzó más de 16.000 millones de dólares en su primer trimestre fiscal del año 2012, de julio a septiembre. Pero sus beneficios bajaron un 22,1% . La caída en las ventas de ordenadores se llevó por delante las ventas del sistema operativo Windows, su producto estrella, cuyas ventas cayeron un un 33,4%.

Con la intención de dar la vuelta a esta situación, Microsoft ha anunciado una nueva estrategia que apunta a la diversificación: quiere colarse en el ecosistema de sus competidores . Microsoft debería «contar con productos y servicios complementarios», opina Pérez, y no crear «un sistema tecnológico aislado». Como el de los Pc's. «Si consigue atraer a más socios, tendrá algo que decir», sentencia.

Con este giro, Microsoft quiere parecerse a Apple . La compañía empieza a asumir que el consumidor ha elegido tocar las pantallas con sus dedos en lugar de presionar sobre los teclados. Y el consumidor siempre lleva razón. Al menos, eso es lo que están reflejando los mercados.