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El talento directivo español escala hacia la cumbre de las tecnológicas globales

Flexibilidad, creatividad y una formación sólida son los ases que han convertido a nuestros ejecutivos en un valor cotizado para las ‘big tech’

Laura Montero Carretero

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Su sólida formación unida a su visión estratégica y su gran capacidad para adaptarse a los cambios en un mundo en continua transformación han encumbrado al talento español a los puestos de alta responsabilidad de las tecnológicas más reconocibles del planeta . Desde Estados Unidos, una de las mecas de los negocios, hasta el continente asiático sin olvidar Europa y América Latina, sus destinos por excelencia, los profesionales de nuestro país empiezan a dejar su impronta en el exterior y a poblar los niveles directivos de importantes multinacionales extranjeras.

En un área como la tecnológica, en la que España está lejos de ser una potencia , en ocasiones no les queda otra que emigrar para dar con los mimbres que les permitan crecer. «Tenemos un sistema educativo bastante sólido y en cuanto disfrutan de las primeras experiencias fuera, muchos en vez de tener un retorno rápido, encuentran oportunidades de continuar desarrollando su trayectoria a nivel internacional», explica Manuel Clavel , socio de Talengo, firma de búsqueda de altos perfiles. Las escuelas de negocio españolas, por cuyas aulas han pasado buena parte de estos ejecutivos, son un punto a favor: «Cuentan con un reconocimiento cada vez más importante y compiten con las de todo el mundo».

Además, la crisis de 2008 intensificó el fenómeno de la exportación de talento. «Hubo una generación de directivos con experiencia consolidada que en España carecían de proyectos atractivos y muchos ‘hicieron las Américas’», dice. Tal y como subraya el experto, no hay sector que se les resista. « En cualquiera existen directivos españoles ocupando posiciones de relevancia » gracias a unas cualidades que les convierten en un valor cotizado. «Tenemos perfiles con una gran capacidad para moverse en entornos complejos . Venimos de una economía muy dependiente de la construcción y con determinadas rigideces macro que ha hecho que los grandes empresarios en España tengan una enorme flexibilidad a la hora de tomar decisiones y visualizar la estrategia», resalta Clavel, que añade sus dotes de liderazgo, para «llegar al equipo y hacer que se alinee con su visión».

Los apellidos españoles han dejado de ser una ‘rara avis’ en las cúpulas empresariales. « Cada vez están mejor valorados . Siempre habían funcionado muy bien en el campo del marketing, pero en los últimos años se han abierto muchísimo y también brillan en el científico o tecnológico», apoya Esteve Almirall , profesor del Departamento de Operaciones, Innovación y Data Sciences de Esade. Para aquellos perfiles que se mueven en el entorno tecnológico, el mercado doméstico suele quedarse pequeño . «Lo que tenemos básicamente es distribución y algunos centros de investigación muy pequeños, pero no centros de desarrollo de producto, lo cual hace que las posibilidades sean algo limitadas», comienza por explicar el profesor. Por otro lado, recuerda que este área es más agnóstica en cuanto a los tipos de perfiles y la nacionalidad. «En las posiciones ‘top’ hay muchos hindús, chinos, hispanos… hay una mayor variabilidad que en otro tipo de industrias en donde la nacionalidad prima más», abunda.

«En inteligencia artificial, desarrollo de software, aplicaciones en la nube... las oportunidades en España son limitadas, de modo que para el que aspire a progresar a puestos más altos, es una buena opción irse por lo menos temporalmente al extranjero», subraya Jesús Arévalo , socio del área de tecnología en Russell Reynolds Associates, que pone en valor la importancia de la experiencia internacional. «El enriquecimiento cultural e idiomático que supone pasar tiempo en el extranjero es un valor para cualquier industria, todavía más para la tecnológica. Si uno quiere estar a la última, tiene que irse a EE.UU., China o pequeños focos, como Israel o Reino Unido», afirma.

En su opinión, son varios los rasgos de los directivos españoles que los hacen atractivos. « Somos adaptables y todoterreno , en parte porque en las universidades se nos enseña a trabajar duro, buscarnos la vida, tener iniciativa, creatividad…», dice. Como aspectos a mejorar, menciona la escasa autoconfianza y que «no estamos tan abiertos a movernos como en otras geografías, aunque está cambiando en las nuevas generaciones».

Para los directivos que dan el paso de marcharse, el retorno es complicado. « España proporciona muy pocas oportunidades de nivel alto y, además, estos perfiles buscan proyectos ambiciosos . Aquí tenemos un número pequeño de empresas que compitan por innovación», justifica Almirall. El coronavirus, sin embargo, ha introducido variaciones. «Especialmente en el ámbito de la tecnología, que ya iba más avanzado, el tema de la localización cada vez es más flexible en la búsqueda de directivos », asegura Arévalo... Nuevas tendencias para un mercado laboral en el que las tecnológicas extranjeras dicen ‘sí’ a los ejecutivos españoles.

Bárbara Navarro

Unos 2.000 españoles residen en Singapur, la isla del sudeste asiático que, con apenas 5,7 millones de habitantes , ostenta la segunda posición entre 134 naciones en el Índice Global de Talento elaborado por la escuela de negocios Insead. Bárbara Navarro es una de esas miles de personas de nuestro país que se han labrado un camino profesional en este enclave cosmopolita.

Bárbara Navarro, responsable de Asuntos Gubernamentales y Políticas Públicas de Google Cloud para Asia-Pacífico

Tras más de seis años trabajando para Google desde Madrid como directora de Políticas Públicas y Relaciones Gubernamentales para el Sur de Europa, en 2014 la tecnológica americana le ofreció desempeñar su labor para la región de Asia-Pacífico , un reto laboral que aceptó sin dudar. «Desde muy pequeña había vivido en Estados Unidos con mis padres y mis hermanos. Quería tener de nuevo esa experiencia internacional y, sobre todo, que la tuviesen mis hijas», cuenta por videoconferencia.

Sin embargo, adaptarse al entorno asiático le resultó más complicado de lo que en un principio esperaba. «Subestimé el cambio. Es una región con una diversidad tremenda en la que cada país es diferente», comenta. Navarro trabajó durante una época en Hong Kong y después se instaló en Singapur, donde ejerce como responsable de Asuntos Gubernamentales y Políticas Públicas de Google Cloud para Asia-Pacífico.

Cree que la diversidad que caracteriza al continente le ha aportado una gran apertura de mente y mayores dosis de empatía . «Cuando veo una opinión muy diferente a la mía o un punto de vista que no entiendo, automáticamente me pongo en la posición del otro. Es muy importante, sobre todo en mi caso, que gestiono equipos multidisciplinares y multiculturales », reflexiona la ejecutiva. Como ella, cada vez son más los españoles que dan el salto fuera de nuestras fronteras para progresar en su carrera , una decisión que, a su juicio, es acertada: «Cuando hice el Executive MBA en IESE le conté a un profesor que me iba a Hong Kong y me dijo que siempre había distinguido entre dos tipos de directivos: los que habían trabajado en el extranjero y los que solo lo habían hecho en España. En ese momento no lo entendí y ahora me he dado cuenta de que la experiencia internacional te da una perspectiva más rica y te hace crecer».

Navarro señala el alto nivel de los directivos españoles, que tienen cualidades muy apreciadas en Asia. «Destacamos por nuestra flexibilidad y capacidad de navegar la ambigüedad , siempre tratamos de buscar la solución al problema. Es el sello de identidad español aquí», explica. En el lado negativo, piensa que nos falta ganar autoconfianza: « A veces somos tremendamente críticos con nosotros mismos . Nuestro talento es igual de bueno que otros, en algunas cosas incluso mejor, y debemos creérnoslo. Me encantaría que nos sintiéramos orgullosos de lo que tenemos dentro de nuestro país».

A pesar de que siempre hay margen de mejora, son muchos los que, una vez se marchan, alcanzan puestos de responsabilidad en multinacionales de primer nivel. « Nos convertimos en un modelo a seguir para otros , que ven en nosotros que sí se puede hacer», dice. Ahora bien, la ejecutiva de Google defiende que tan importante es que el capital humano salga fuera como que vuelva a España y sus aprendizajes reviertan en el país.

David Carmona

David Carmona no pierde su acento andaluz a pesar de que lleva casi 13 años en Estados Unidos. Se marchó al otro lado del Atlántico de la mano de Microsoft , empresa a la que ya había estado vinculado en Madrid y en la que, desde 2018, ejerce como director general de Inteligencia Artificial e Innovación, en el prestigioso campus de Redmond. «Trabajo con los equipos de investigación en temas como IA o ‘quantum computing’ y también con los de negocio para hacer realidad esa investigación. Tiene una parte apasionante que es complicado encontrar en otro sitio , estás en el corazón de la creación de toda esa nueva generación de tecnología», explica el directivo, que percibe una gran diferencia entre el ecosistema de innovación americano y el español . «En EE.UU. se conecta muy bien la investigación basada en la curiosidad, aquella que se hace sin objetivos, con la centrada en el negocio, mientras que en España las veo un poco separadas», indica.

David Carmona, director general de Inteligencia Artificial e Innovación de Microsoft

Cuando aterrizó en su nuevo destino, junto a su mujer e hijos, la principal preocupación para Carmona era que la familia se aclimatase bien a las circunstancias. «La transición fue súper rápida, los niños en tres meses ya tenían un montón de amigos y hablaban inglés mejor que yo», bromea. En el plano profesional sí que tuvo que sortear algunas dificultades . «Me encontré una forma de trabajar completamente distinta a la que estamos acostumbrados en España. Recuerdo que iba por los pasillos de la central de Microsoft en Seattle y cuando coincidía con alguien le saludaba aunque no le conociera. Un día me dijeron que allí nadie hacía eso», rememora de forma anecdótica. Otra costumbre que le sorprendió fue que, antes de empezar las reuniones, no solían tener conversaciones sociales, sino que abordaban directamente los temas de negocio.

En este sentido, Carmona habla de un reciente cambio de tendencia en Estados Unidos que favorece a los ejecutivos de territorio patrio. « Ahora se busca un liderazgo más colaborativo y comienza a valorarse la capacidad de empatía: empezar una reunión conectando socialmente con el resto de asistentes, preguntar cómo se encuentran… ese estilo encaja muy bien con la cultura española», afirma. A nivel de capacidades, cree que los profesionales nacionales no tienen nada que envidiar a los de ningún país . «En mi equipo hay varios españoles que combinan un conocimiento técnico muy profundo con conocimientos de negocio e incluso con una creatividad adicional, una mezcla que me hubiera costado encontrar en Estados Unidos», dice.

Con la perspectiva que aportan dos décadas de trabajo en el área tecnológica, la mitad de ellas lejos de España, Carmona está convencido de que para alcanzar puestos de alta responsabilidad es necesario sumar experiencias diversas y, al salir al extranjero, es más fácil conseguirlas. «En un mundo tan complejo y global, las empresas quieren directivos con capacidad de enfrentarse a nuevos y complejos problemas, algo que solo logras si tienes experiencia en múltiples dominios y disciplinas», ahonda.

El español lanza un mensaje claro a quienes sueñan con escalar a puestos directivos en las multinacionales más reconocibles del planeta: « Cuanto más cómodos se sientan y mejor les vaya en un rol determinado, más importante es buscar un cambio . En mi caso, todos los que he hecho a lo largo de mi carrera han sido en el momento en que me encontraba mejor en un trabajo. Es la forma de estar siempre aprendiendo».

Carmona echa la vista atrás y recuerda que cuando se marchó de España, buena parte de sus amigos no entendían que se fuera. «Había un carácter muy conservador, de no tomar riesgos», justifica. Sin embargo, con el paso del tiempo, cree que esa mentalidad se está dejando atrás. «No sé si es por necesidad después de la crisis de 2008 o por un cambio cultural que se está produciendo en las nuevas generaciones. Me encuentro en España muchísima gente más ambiciosa y abierta a buscar experiencias . Ahora también es más fácil que nunca. Mi padre emigró de Extremadura para trabajar en los astilleros de Cádiz y se fue con los bolsillos vacíos, eso sí que tenía mérito», aprecia. Hoy en cambio, «las empresas son más globales, están preparadas para acoger empleados del extranjero y tienen procesos que te ayudan».

Carmen San Segundo

Carmen San Segundo lidera la estrategia de comunicación global de IBM sobre Responsabilidad Social Corporativa y Sostenibilidad. Lo hace desde la ciudad de Nueva York , donde reside desde el pasado mes de septiembre, aunque con anterioridad ya había trabajado fuera de su España natal, tanto en Estados Unidos como en América Latina. «Tiene un coste personal, es retador, pero creo que la experiencia internacional me ha hecho más fuerte y una mejor profesional . Siempre digo que hay que tener hambre de comerse el mundo y salir del área de confort», explica por videoconferencia. No se refiere estrictamente a la movilidad geográfica, sino a «tratar con gente diferente y conocer diversas formas de hacer negocio porque solo así llegarás a otros puestos y te convertirás en un perfil mucho más capacitado».

Carmen San Segundo, Directora Global de Comunicaciones, RSC y Sostenibilidad de IBM

«Estar viviendo con personas que tienen una cultura totalmente diferente a la tuya te hace abrirte, cuestionarte, ver las cosas desde un punto de vista diferente… y eso a mí me ha convertido en otra persona», añade.

La ejecutiva de IBM pone en valor la importancia que hoy en día tiene la dimensión internacional . «Si una empresa aspira a alcanzar un cierto nivel de liderazgo tiene que abordar su perspectiva internacional. Si eso se lo pedimos a las compañías, también a sus líderes. Además, tener una perspectiva internacional te hace entender mejor hacia dónde tienes que ir, te abre a la innovación..», asegura. Su caso es el de tantos españoles que han asumido que la experiencia en el extranjero es un plus en su currículum y han conseguido escalar, dentro de su especialización, a puestos de responsabilidad en las tecnológicas de referencia.

A su juicio, el talento nacional sobresale por diferentes motivos. «Desde la perspectiva de las cualidades somos personas fuertes, luchadoras, capaces de asumir riesgos y creativas . En un entorno laboral y más en una empresa tecnológica, donde se trata de innovar y buscar cosas nuevas, estas virtudes pesan mucho», resalta. Por otro lado, menciona el conocimiento de los mercados que caracteriza a los ejecutivos de territorio patrio: « No solo entendemos España, sino Europa, una de las mayores potencias económicas del mundo, lo cual es una ventaja ». Aunque San Segundo estudió Empresariales y Marketing, considera que es importante que cualquier profesional, con independencia de su sector, tenga nociones de tecnología para seguir avanzando.

Al ser preguntada por un posible regreso a España, es clara. «Me parece un país maravilloso , por supuesto que me planteo volver si encuentro una buena oportunidad para continuar mi carrera», señala. Eso sí, matiza que «ahora no hay tantas barreras entre países y se pueden desempeñar los puestos desde múltiples geografías e incluso desde múltiples partes de España».

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