La subida del IVA acentúa la crisis de la automoción

Las asociaciones más representativas han puesto el grito en el cielo criticando la severidad de esta subida que, como afirma la patronal de los fabricantes (Anfac) significará sumar menores ventas a unas previsiones nada halagüeñas. Pese a que el aumento en tres puntos del IVA, del 18 al 21%, puede verse como un aumento en la recaudación, lo cierto —concluye Anfac— es que supondrá un aumento próximo a los 600 euros en el precio final de los vehículos, lo que desincentivará aún más las ventas.

Esos 600 euros se traducirán también, según los cálculos de la asociación de concesionarios (Aniacam), en una caída de las ventas de entre un 4 y un 5% . El responsable de esa patronal, Germán López Madrid, califica de «fuerte impacto negativo» lo que supondrán la medida en las ventas. A ello suma, otra mala consecuencia: un aumento en el envejecimiento del parque automovilístico.

El sector de la automoción preveía tener unas ventas en 2012 de entre 740.000/720.000 unidades , pero la subida del IVA, asegura Aniacam, equivaldrá a que a finales de este año no se conseguirán ni las 700.000 matriculaciones, muy lejos del 1.600.000 registrado en 2007 , el año previo a la crisis.

De esta forma, el sector volverá a niveles de hace 25 años por matriculaciones , cuando la compra de un vehículo estaba gravada con el 33%, por considerarse un producto de lujo. Claro, que entonces en España había 36 millones de habitantes y no los 47 millones que hay registrados ahora. Pero además, argumentan las patronales, es que ese 21% se ve elevado —dependiendo del tipo de vehículo— hasta el 36% si se le suma el impuesto de matriculación , lo que a López Madrid le lleva a concluir que nuevamente en España, cerca de «un tercio» de lo que paga el consumidor al comprar un vehículo son impuestos.

Por su parte, el presidente de la asociación de vendedores (Ganvam), Juan Antonio Sánchez Torres, traduce la subida en 650 euros más de coste del vehículo, lo que es un «duro golpe» que sufre aún las consecuencias de la anterior subida (del 16 al 18%), mientras la caída del consumo agravará «los números rojos» de la mayoría de los concesionarios. Sánchez Torres incluso hace alusión a los efectos «psicológicos» de la medida, porque para muchos consumidores representa la «gota que colma el vaso» dentro de un ambiente marcado por recortes, recesión, escasa financiación, aumento del paro e incertidumbre.

Hasta ahora, la anterior subida de dos puntos del IVA se tradujo —según Ganvam— en que se lastró rentabilidad de los concesionarios que muestran un resultado negativo del 1% en los dos años transcurridos desde la anterior subida (julio de 2010). Y eso que han ofrecido descuentos dehasta 5.000 euros por vehículo . Ahora ni tienen margen para hacer más rebajas. También la postventa se verá perjudicada, dado que la subida del IVA afectará al precio de los recambios, así como a la reparación y mantenimiento. En Ganvam recuerdan que con la crisis los pasos por el taller también se habían reducido entre el 4 y el 7%.

En definitiva, Anfac, Aniacam y Ganvam consideran que la subida del IVA supondrá un mayor cierre de pymes y desaparición de empleos , que se sumarán a los 2.500 pequeños y medianos negocios y 40.000 empleos destruidos en este sector desde el inicio de la crisis.

Como solución en Ganvam proponen que la subida del IVA coincida con la puesta en marcha de un p lan de reactivación de la demanda, basado en retirar los vehículos de más antigüedad para rejuvenecer el parque automovilístico . Con ello se podrían dinamizar las ventas y propiciar más ingresos para las arcas públicas (por el retorno fiscal del IVA, Impuesto de Hidrocarburos e Impuesto de Matriculación), ante el retorno que tendría esa «inversión estatal».