Europa congela la ayuda de 8.000 millones a Grecia hasta que celebre su referéndum
Papandreu aguanta la presión de París y Berlín en el G-20 y pone fecha al plebiscito, el 4 de diciembre. Merkel avisa que Bruselas «estará lista para una salida de Atenas del euro» y los líderes europeos se reúnen hoy
m. núñez, f. pérez
Grecia mantiene su pulso. El inesperado órdago lanzado el lunes por parte del primer ministro griego, Yorgos Papandreu, no era un farol. Grecia someterá a consulta popular el nuevo plan de ajuste aprobado por los líderes europeos para el país, condición indispensable para seguir recibiendo ... financiación de la UE y del FMI y evitar así la quiebra. El referéndum , que será un auténtico plebiscito al euro, ya tiene fecha, según confirmó el propio Papandreu: el 4 de diciembre . El primer ministro griego incluso se atrevió a hacer un pronóstico sobre el resultado: «Los ciudadanos griegos quieren que sigamos en la eurozona. Creo que existe un amplio consenso y por eso quiero que el pueblo griego hable», aseguró.
Pero sea cual sea su conclusión, el órdago de Atenas no saldrá gratis. La UE y el FMI, conminados por Berlín y París, han decidido congelar la ayuda urgente de 8.000 millones de euros para Grecia hasta que se celebre el referéndum . «Los europeos, al igual que el FMI, no podrán considerar el pago del sexto tramo del programa de ayuda a Grecia hasta que el país haya adoptado el conjunto del paquete del 27 de octubre y se haya despejado cualquier incertidumbre sobre el resultado del referéndum», aseguró anoche Nicolas Sarkozy en la rueda de prensa que ofreció junto a Angela Merkel al término de la «minicumbre» de crisis que ambos mantuvieron anoche en Cannes —donde hoy da comienzo la reunión de dos días del G-20— con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
«Cuando el referéndum se complete y se termine con toda la incertidumbre, realizaré una recomendación al comité ejecutivo del FMI sobre el sexto tramo de nuestra ayuda a Grecia», coincidió también Lagarde.
«Estamos dispuestos a ayudar a Grecia porque la solidaridad está en la base de la construcción europea, al igual que el principio de lealtad. Pero ello implica que Grecia cumpla por su parte sus compromisos», aseveró Sarkozy. El presidente francés aseguró también que lo que se planteará en el referéndum es «el futuro europeo de Grecia». En ese sentido, Merkel advirtió que la pregunta que se someta a consulta popular debe dejar claro «si Grecia quiere o no quiere seguir en el euro» . «El principio del referéndum es legítimo, pero no podemos mantenernos en una incertidumbre prolongada», añadió el presidente francés en un tono grave.
Serán los ministros de Economía del Eurogrupo y del Ecofin, que se reúnen la próxima semana en Bruselas, los que den la palabra final sobre los mencionados 8.000 millones de euros para Grecia, aunque sin duda seguirán las directrices marcadas por Francia y Alemania. Precisamente sobre el papel protagonista del eje francoalemán en la gestión de la crisis, Sarkozy fue ayer tajante: «Si hay un problema en Europa no es de exceso de liderazgo, sino de déficit de liderazgo», señaló Sarkozy aludiendo a la falta de resolución de las instituciones europeas.
Otra vez el «factor Rajoy»
Como ya hizo hace una semana en la cumbre europea celebrada en Bruselas, Sarkozy también aprovechó su comparecencia de ayer para destacar el papel del líder de la oposición en España, Mariano Rajoy, en la implementación de las medidas adoptadas a lo largo de la crisis por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. «En España funciona. ¿Por qué? Porque el señor Mariano Rajoy, en la oposición, está de acuerdo con el señor Zapatero, en el poder», subrayó Sarkozy.
Sarkozy y Merkel también anunciaron su intención de acelerar la puesta en marcha del plan global contra la crisis de deuda pactado en la cumbre del Eurogrupo del 27 de octubre, y en especial el refuerzo del fondo de rescate para frenar el contagio a España e Italia. Para ello, los ministros de Finanzas alemán y francés se reunirán ya hoy con el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn. La canciller alemana fue aún más allá y aseguro que la UE «estará preparada» para el caso de una salida de Grecia del euro . Además, el presidente francés también ha convocado una reunión extraordinaria de los líderes de la eurozona pertenecientes al G-20 para hoy en Cannes, para aunar posiciones sobre la respuesta al órdago griego.
Otro de los efectos inmediatos que ha tenido el anuncio del referéndum griego es que el Fondo Europeo de Estabilización Financiera (EFSF) o Fondo de Rescate anunció ayer que suspende temporalmente el proyecto para captar 3.000 millones de euros en el mercado para dar a Irlanda el siguiente tramo del rescate que le fue concedido al país en 2010.
Fuentes bancarias aseguraron que, en función de la evolución de la volatilidad del mercado, la captación de fondos para su posterior préstamo, podría hacerse la próxima semana aunque siempre que la tranquilidad hubiera vuelto antes a los mercados.
El gran temor ahora en Bruselas es la posible onda expansiva del jaque de Atenas a los países señalados por los mercados. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ya advirtió que un rechazo griego a los planes de ajuste «tendría unas consecuencias imprevisibles, sobre todo, para los países más vulnerables de la eurozona».
Y en plena reactivación de la tormenta europea, el equipo de Sarkozy se esforzaba ayer en intentar «atar» una colaboración activa de las grandes potencias económicas mundiales en la ardua tarea de poner freno a los riesgos de nueva recesión mundial. Otro de los objetivos de la presidencia francesa del G-20 es que los países más poderosos a nivel económico del mundo participen en el Fondo de Rescate Europeo, sobre todo China, lo que a estas alturas parece mucho más difícil dado el desconcierto que hay dentro de la propia Europa sobre la manera de salir de la crisis de la deuda. Todo apunta, sin embargo, a que China y el resto de potencias mundiales esperarán a que se calmen las aguas antes de poner dinero en el Fondo de Rescate del euro.
Al margen de la situación griega, los máximos líderes económicos del mundo intentarán alcanzar un acuerdo sobre la posibilidad de instaurar una tasa a las transacciones financieras para ayudar a los países en vías de desarrollo. La idea es que se puedan recaudar hasta 250.000 millones al año,
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