Pascal Saint-Amans: «La amnistía fiscal se justifica en el caso de España»

El máximo responsable de la lucha contra el fraude fiscal de la OCDE advierte que para que sea eficaz se debe complementar con un fuerte endurecimiento de las sanciones

javier tahiri

10/04/2012
Actualizado a las 16:46h.

Lleva años dedicado a la lucha contra el fraude fiscal. Y, desde 2011, este francés es el director del Centro de Política y Administración Tributaria de la OCDE en la lucha contra la economía sumergida y el fraude fiscal, que el organismo cifra en el ... 13% del PIB mundial. Señala que el contexto internacional ayuda a que la amnistía fiscal aplicada en España cumpla sus objetivos de recaudación. Pero advierte: para que sea una medida recaudatoria eficaz y no lanzar un mensaje equivocado, se debe complementar con un fuerte endurecimiento de las sanciones para no dar la sensación de que el instrumento se repite en el tiempo. A sus ojos, la situación economica nacional, justifica medidas excepcionales.

— ¿Cuál es su opinión de la amnistía fiscal aprobada en España?

—Desde la OCDE hemos sido muy claros sobre los ajustes fiscales que está acometiendo España. Nuestro secretario, Ángel Gurría, ha dicho en repetidas ocasiones que las reformas y los ajustes fiscales que está aplicando el Ejecutivo español son esenciales. Medidas extraordinarias para situaciones extraordinarias. Sobre la amnistía fiscal, tradicionalmente, estas medidas se han aplicado en períodos en el que las arcas públicas tienen urgentes necesidades recaudatorias. Sin embargo, la medida entraña varios riesgos. Uno de ellos es que los declarantes ocultos se acostumbren a que haya amnistías y esperen a la siguiente, con lo cual la medida no tiene la eficacia esperada. Algo que se ha producido en países como Italia.

—¿Cómo se puede evitar esto?

—Una amnistía fiscal es una buena medida cuando garantiza que no se va a volver a repetir, que es una medida excepcional, y con una penalización que funcione como incentivo y a la vez no sea un agravio comparativo demasiado grande. El tipo español, del 10%, es bastante razonable y no es de los más bajos. La percepción social nunca es positiva, por lo que es importante que quede claro el carácter excepcional de la medida. En relación a las cuentas en paraísos fiscales como Suiza es importante que se levante el secreto bancario para los titulares. España ha participado en acuerdos y tratados internacionales sobre las transparencia y parece que esto es lo que va hacer.

—En un contexto de lucha creciente contra el fraude fiscal ¿es un buen momento para aprobar un perdón fiscal?

—Depende. A efectos recaudatorios sí porque en un momento en el que muchos países están poniendo coto contra el secreto bancario y aumentando la presión contra el fraude fiscal. Debido a esto, un perdón tributario ahora es una buena oportunidad para que aquellos capitales ocultos declaren lo que poseen y paguen impuestos, regularizando así su situación.

—¿Es un buen instrumento recaudatorio? El Gobierno español pretende recaudar 3.250 millones de euros...

—Por sí sola no es una medida muy eficaz. Pero si se combina con medidas contra el fraude, es un buen instrumento para recaudar y a la vez conseguir disminuir el peso de la economía sumergida. Pero es muy importante la forma de aplicarla: la lucha contra el fraude y el endurecimiento de sanciones deberán ser muy fuertes y estar a la altura de la medida. Así es cuando da sus mejores resultados. Viendo la forma en que se ha adoptado y en España, inmersa en una situación excepcional, está totalmente justificada.