«La reputación del INE es muy alta y su precisión mayor que nunca»

¿Cómo interpreta la rebaja histórica del PIB hasta el 1,1% de abril a junio realizado por el INE?

Las revisiones de la estadística oficial de datos avanzados son habituales y necesarias porque desde el momento en que se publica el avance hasta que el dato definitivo se incorporan fuentes de información adicionales. Lo preocupante sería lo contrario. Lo ocurrido este trimestre se explica por una circunstancia técnica muy sencilla. En los momentos de inflexión cíclica, como parece que ocurre en el segundo trimestre, los indicadores coyunturales tienen ciclos temporales distintos. Por ejemplo, el consumo privado suele ir más avanzado que la inversión; a su vez, el empleo suele ir más adelantado que el consumo privado. El INE, en la información que publicó en el avance, ponderaba ante todo el consumo privado y el empleo y, sin embargo, las variables que por su retardo en la recuperación van menos avanzadas, como la inversión y el sector exterior, son las que más ponderaban en la información final. Esa diferente composición entre variables explica la revisión. En momentos cíclicos normales las variables van al unísono y en la misma dirección y son más fáciles de predecir. En momentos de inflexión, las variables pueden ir con el signo cambiado y es lo que ha pasado en el segundo trimestre. Lo raro es que nos sorprenda tanto.

Nunca se ha producido una diferencia tan elevada en las previsiones.

Porque el INE tiene ahora una precisión en la información mayor que nunca. El problema es que en trimestres normales, el indicador de empleo es la mejor guía, porque tienes la información del trimestre completo en la EPA y la afiliación, y suele haber una relación muy estable entre empleo y PIB . Por eso se ha puesto de moda esto del PIB diario. Pero, ojo, porque esto solo es válido para el empleo, que lo tienes en datos diarios, es un indicador fiable en relación con el PIB. ¿Cuál es el problema ahora? Esta crisis ha tenido un comportamiento distinto en un factor clave: la productividad, indicador que puede alterar la relación entre PIB y empleo. En las crisis anteriores, la productividad se disparó por el ajuste del empleo. Era, por tanto, anticíclica. Pero en esta crisis se ha aguantado el empleo, con un ajuste brutal a la baja de la productividad, que ha hecho que en 2020 sea procíclica y ha hecho caer más la actividad. Estimar el PIB solo con el empleo ahora tiene esa dificultad.

¿Le extrañó la revisión del INE?

No. En nuestra estimación de PIB para 2021 no nos salía una recuperación tan fuerte y me extrañaba que todo el mundo lo diera por hecho. La predicción a día de hoy del IEE, el 5,4% para 2021, es la más baja de todo el consenso, y es la que ahora se convierte en el escenario central. ¿Por qué? Es verdad que el empleo ha ido muy bien, pero el resto de indicadores no tanto. Se iniciaba la recuperación pero no con la intensidad que se barajaba. Es verdad que el año pasado nos sucedió lo mismo. En momentos de crisis no solo tienes que utilizar metodología tradicional, sino la totalidad de la información disponible. Cuanta más información, más exacta será la previsión.

¿La imagen del INE está en entredicho?

La reputación del INE es muy alta a nivel nacional e internacional. En 2018, Bruselas reconoció la calidad de la estadística española como la más alta de la UE . El hecho de que haya sido revisado un dato a pesar de que podía contrariar a terceros es una muestra adicional de que el INE actúa con independencia. Cuenta con profesionales de alta reputación y tiene criterios y obligaciones que están muy enmarcadas en los reglamentos europeos.

¿Cuánto cree que crecerá este año la economía?

Solo se sabe si las predicciones son buenas o malas cuando termina el ejercicio. Pero con el dato del segundo trimestre es muy difícil el cumplimiento del 6,5% para el conjunto del año previsto por el Gobierno. El escenario central está en torno al 5,4% , pero es verdad que el objetivo del déficit, en el fondo es lo más relevante, se va a cumplir.

Pero Economía ha dicho que no cambiará las previsiones.

El problema está en que si se estima una recuperación más intensa de la que se está produciendo te equivocas en el diagnostico y haces una política económica errónea. Porque si la recuperación es más débil el gasto público debe contenerse , igual hay que mantener más tiempo las ayudas a las empresas, no aumentar los costes laborales o posponer subidas fiscales. El gestor publico es mejor que se equivoque por prudente que por optimista.