Ahorro
Récord histórico de dinero ahorrado en los bancos: la crisis engorda las cartillas
Los depósitos bancarios de las familias han sumado 30.000 millones de euros en el trimestre negro del Covid. El coronavirus ha disparado el ahorro bancario de los hogares un 174% respecto al año pasado
Entre particulares y empresas acumulan en los bancos 1,15 billones de euros
Los bancos no habían visto nunca tanto dinero ahorrado en las cuentas de sus clientes. Familias y empresas -sobre todo familias- llevan años engordando sin freno sus cartillas, sus libretas, los más elementales y clásicos depósitos bancarios. Y la crisis del Covid , pese a ... azotar al empleo y a las rentas, ha sido otro aliciente añadido para acelerar el ahorro: en el trimestre negro del coronavirus en España, de marzo a mayo, los hogares han engordado sus cartillas del banco con 30.410 millones de euros.
Los depósitos bancarios han alcanzado su récord histórico en España. Entre particulares y empresas acumulan en los bancos 1,15 billones de euros entre cuentas a la vista -sobre todo- y depósitos a plazo -que se han quedado como producto residual de ahorro por el hundimiento de los tipos de interés-. Y esa escalada récord del ahorro se ha producido, además, después de años en los que el sector privado redujo drásticamente su endeudamiento financiero. Tras estallar la crisis de 2008, particulares y empresas pusieron sus cuentas a una dieta severa con la que, al mismo tiempo, lograron descargarse de una gran cantidad de préstamos y aumentar el dinero ahorrado en sus cuentas.
Cumplida aquel «plan de choque» de la anterior crisis, particulares y empresas han seguido ahorrando a buen ritmo, mientras mantienen a raya su endeudamiento. Así encaran ahora la nueva crisis del Covid, que va a poner a prueba la capacidad financiera del tejido empresarial y de muchos hogares. Y esa espesa incertidumbre está detrás del acelerón que las familias han dado al ahorro desde que la pandemia alcanzó a España.
En 2019, las familias españolas necesitaron 12 meses para aumentar sus depósitos bancarios en apenas 89.000 millones de euros; sin embargo, este año, entre marzo y mayo -en lo peor de la pandemia-, han engordado sus cartillas con unos 61.000 millones de euros en solo tres meses. Es decir, el año pasado el ahorro bancario de los españoles creció a un ritmo medio de unos 7.400 millones al mes; en el trimestre negro del Covid lo ha hecho a un ritmo mensual de más de 20.300 millones. Es decir, el coronavirus ha disparado el ahorro bancario de los hogares un 174% .
En el caso de las empresas, el dinero depositado en los bancos también se ha disparado de marzo a mayo de forma espectacular. Resulta paradójico si se tiene en cuenta que la economía se desplomó y la actividad productiva se frenó en seco. La razón de fondo de ese fuerte aumento de los depósitos bancarios de las empresas radica en la cantidad de créditos que han tenido que activar para mantenerse a flote, préstamos que al hacerse efectivos engordan el saldo disponible en las cuentas que las empresas tienen en los bancos. Es decir, a diferencia de las familias, durante estos meses los depósitos de las empresas no han crecido por su capacidad de ahorro sino porque se han tenido que endeudar para sobrevivir al tsunami económico del Covid.
Huida de los plazos fijos
Volviendo al caso de los hogares, sus cuentas en los bancos reflejan el fuerte ritmo al que han ahorrado durante los últimos años, lo que ha elevado los activos financieros de los particulares hasta cifras récord. Justo antes de que estallara la crisis del Covid-19, los activos financieros totales de los hogares alcanzaban ya los 2,35 billones de euros. Y el 38% de todo ese ahorro financiero está guardado en depósitos bancarios , sobre todo en las clásicas libretas o cuentas a la vista. El resto reposa en otros activos como fondos, acciones, títulos de deuda o seguros de vida y previsión.
Al estar hundidos los tipos de interés, la remuneración de los depósitos bancarios es nula o irrelevante. De ahí que, a la hora de decidir dónde dejar ese dinero, los particulares prefieran las cuentas a la vista antes que los plazos fijos. Puestos a obtener ínfimas remuneraciones, prefieren tenerlo disponible en vez de «atado» a un plazo fijo. De ahí que las cartillas de las familias lleven años recibiendo un intenso trasvase desde los plazos fijos: en los siete últimos años han aterrizado en las libretas casi 300.000 millones de euros que antes estaban en plazos fijos .
«Los depósitos se ven como un instrumento seguro en un contexto financiero volátil como el de la última década. No olvidemos que están asegurados por el Fondo de Garantía de Depósitos», afirma el director de Estudios Financieros de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), Santiago Carbó . La absoluta liquidez que ofrecen y esas garantías explican el atractivo que han alcanzado entre los particulares en momentos de incertidumbre, pese a que «no tienen apenas rentabilidad e incluso puede llegar a ser negativa contando las comisiones por servicios y mantenimientos que se cobran», explica Carbó.
Los tipos seguirán hundidos
Y, ¿hasta cuándo se puede prolongar este contexto de tipos de interés por los suelos?. «En todo el mundo van a seguir en niveles tan bajos como los que tenemos ahora al menos hasta que pase la pandemia y se recupere la economía. Además, en el caso de la Eurozona, los tipos seguirán siendo negativos en ese periodo», vaticina Santiago Carbó. Y eso pese a que, como apunta el portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Martínez , «los tipos de interés oficiales negativos son una situación excepcional, una anomalía histórica que acentúa la vulnerabilidad en los precios de algunos activos financieros y puede generar distorsiones en las decisiones de inversión de los ahorradores».
Martínez cree que el fuerte aumento del ahorro que se está produciendo desde hace años, y que en España se ha acentuado al estallar la pandemia, responde a «la creciente incertidumbre económica» , que hace que los particulares apuesten por incrementar preventivamente sus reservas. Y que ese ahorro aterrice de forma creciente en los clásicos depósitos bancarios se debe, según el portavoz de la AEB, a «la elevada confianza y seguridad que ofrecen los bancos y sl esfuerzo que llevan a cabo para no trasladar a las familias los tipos de interés negativos oficiales».
En este sentido, Santiago Carbó está convencido de que «a pesar de tipos de interés tan bajos o negativos, los depósitos seguirán siendo una alternativa para el ahorrador porque están asegurados y les evita la volatilidad de los mercados, que sí afecta a los fondos de inversión». «La seguridad parece la clave principal en tiempos turbulentos como los de esta crisis», destaca el director de Estudios Financieros de Funcas.