cuatro años de crisis

¿Recesión o solo estancamiento?

A la economía se le retrata en los libros de texto como una montaña rusa. Con altos, bajos, ascensos y caídas en picado. Y la actual crisis se empeña en trazar un bucle. Un «déjà vu» con fecha de inicio: el 9 de agosto de 2007, hace cuatro años

¿Recesión o solo estancamiento? efe

MONCHO VELOSO

A la economía se le retrata en los libros de texto como una montaña rusa. Con altos, bajos, ascensos y caídas en picado. Y la actual crisis se empeña en trazar un bucle . Un «déjà vu» con fecha de inicio: el 9 de ... agosto de 2007, hace exactamente cuatro años. Ese día, el Banco Central Europeo y la Reserva Federal pusieron a funcionar sus máquinas de fabricar dinero e inundaron el sistema con más de 100.000 millones de euros. Medio centenar de bancos norteamericanos se habían ido a pique carcomidos por las hipotecas basura que se pudrían en sus carteras. Faltaba liquidez. Y se temía un crac financiero y bursátil que, cuando llegó —en verano de 2008, con la quiebra de Lehman Brothers—, el mundo desarrollado entró en una recesión de la que ahora, dudan todos, se haya recuperado. ¿Significa eso que la economía mundial vaya a entrar de nuevo en recesión?

Recuperación anémica

No hay optimismo entre los economistas. Pero l os menos pesimistas dicen que no habrá recaída . Al menos, en su definición clásica: dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del Producto Interior Bruto. Aseguran que, como mucho, la recuperación económica se ralentizará. Que los países en los que se ha confiado la salida de la crisi s —Estados Unidos, Alemania, e incluso China o Brasil, entre otros— han perdido fuelle . «Estados Unidos está en una situación dramática por sus cuentas públicas; Reino Unido, al que no se le presta mucha atención, está creciendo menos que España; el país fundador de la Unión Europea, Italia, no está mal sino muy mal; la situación de la periferia europea es muy peligrosa; y China, Brasil, India y, en menor medida, Rusia ya empiezan a registrar problemas», resume Juan Velarde, catedrático emérito de la universidad Compluntese de Madrid.

«Es claramente un cuadro de ralentización» , dice Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (Afi). Y aun así, los más pesimistas llevan una semana aventurando desde sus tribunas un nuevo desastre. «Lo dicen guiados por las tensiones del mercado en los últimos días», explica Ontiveros.

Ese pánico ha tumbado las bolsas de este a oeste . De Asia a EE.UU., pasando por Europa, todas las plazas bursátiles llevan una semana en «números rojos». «Los mercados sobrereaccionan con mucha facilidad» , apunta José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi España. «Pero son juez y parte y pueden tener un impacto negativo en la economía», advierte. Y quizá por eso, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, salió ayer a la palestra para intentar aplacar esos miedos . Solo un día antes, su homólogo europeo, Jean Claude Trichet, se vio obligado a acudir al rescate de la deuda pública de España e Italia para alejarla de las manos de los especuladores. La misma actitud y los mismos gestos que hace cuatro años.

«Son políticas transitorias y que ya están agotadas» , dice Miguel Arregui, de Afi, quien también apunta a una ralentización más que a una segunda recesión económica a escala global. «Los pilares de la recuperación económica ya no existen» , explica Arregui en referencia a esas políticas de expansión monetaria y fiscal tomadas por gobiernos y bancos centrales con el fin de animar el consumo interno en los países y facilitar, tras la debacle de 2008 y 2009, el crecimiento económico y la creación de empleo.

La subida de tipos

La Fed dejó de inyectar dólares en el sistema y el BCE subió los tipos de interés en la eurozona. «Eso, unido a una política fiscal contractiva por parte de los países, está reduciendo claramente el crecimiento», dice Ontiveros. «Ese es el factor más negativo: que el BCE haya subido los tipos» , lamenta Juan Iranzo, vicepresidente del instituto de Estudios Económicos (IEE). «Y el elevado apalancamiento de los países», apunta.

«A diferencia de la primera recesión, ya no es un problema de solvencia del sector financiero; ahora son algunos estados los que están en entredicho», explica Campuzano, quien recuerda que mientras el sector privado ha ido reduciendo poco a poco su nivel de deuda , el apalancamiento del público ha ido en aumento . En buena parte, por culpa de esas primeras medidas para escapar de la crisis.

«El mundo creyó que había tomado las riendas de la crisis; ahora se le han escapado», dice Velarde. Y entonces, ¿cómo salir del atolladero? «Pues se ha perdido el norte, hay un desconcierto generalizado» , lamenta. Y es eso lo que exigen los mercados. Hechos y no palabras. Pero las autoridades, a uno y otro lado del globo, continúan sin concretar sus planes.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios