Tamames: «Rajoy será un presidente que deje pensar a sus ministros»

-¿Culpable de todo la construcción?

-Ha tenido gran importancia la burbuja inmobiliaria. Que España doble la tasa de paro de la UE se debe a un sector que se ha colapsado y no se ha sustituido por servicios ni por industria, donde también crece el desempleo. Además, su efecto dura porque no ha habido medidas para ir liquidando el stock de viviendas.

-¿Y la culpa de Zapatero?

-No tener en cuenta las observaciones del Banco de España de que íbamos al desastre, y las del FMI, la OCDE o el Ecofin, así como el aviso de economistas, entre los que me incluyo, de que la burbuja estallaría.

-¿Se engañó o nos engañó?

-El comienzo de la crisis coincidió con el último año de la primera legislatura del PSOE, y no quisieron dar la sensación de que la economía se venía abajo. Todos nos acordamos del encuentro entre Pizarro y Solbes. Entonces la crisis ya era muy profunda, y eso retrasó más de un año las medidas, que luego, en vez de contundentes, han sido a medias por la interferencia de los sindicatos, a los que por razones electorales, supongo, Zapatero presta más atención.

-No saca a relucir la atómica deuda autonómica.

-Exactamente, 150.000 millones de euros, un 15% del PIB. Eso, junto con la deuda del Estado, la bancaria, la empresarial y la familiar, es más de tres veces el PIB. Y aunque no es bueno hacer este tipo de comparaciones, si en una casa se debe tres veces lo que se ingresa en un año, hay que pensar que está bastante mal.

-Pues hablemos de ajustes. ¿Jubilarnos a los 69?

-69 es un año cabalístico y psicológico, por no decir 70, que debe ser el horizonte de jubilación cuando la muerte media llega a los 84 años. Con una jubilación media a los 62, como la actual, hablamos de 22 años de inactividad, y eso no hay tesoro público ni de la seguridad que lo aguante, más aún con una natalidad tan baja y un ingreso en el mercado laboral que llega incluso hasta los 27 años, y si se encuentra trabajo.

-¿El cómputo de la pensión a 25 años?

-O se aumentan las cuotas o hay que hacer eso, porque si no el sistema no aguanta.

-A los portugueses les birlan la paga de Navidad. ¿Qué nos quitarán a nosotros?

-Las medidas de recortes son terribles. Veremos topes salariales a altos ejecutivos y llegará el principio de que los funcionarios no son inamovibles. Tenemos 3,2 millones de funcionarios, cifra de hiperburocratización que se ha casi triplicado desde los Pactos de la Moncloa, frente a un aumento de población del 20%. España funcionaría con dos millones.

-El absentismo, ¿otra sangría económica a cortar?

-Causa 11.000 millones anuales de pérdidas, más de un punto del PIB. El arquetipo es la planta de Santana en Linares, donde al llegar la zafra de la aceituna desaparecían los trabajadores hasta tener que parar la fábrica. En Andalucía, el absentismo llega al 25%; en el País Vasco, al 4%; y la media española es del 12%.

-¿Despido libre?

-No. Contrato único con veinte días por año trabajado. Hoy tenemos hasta 1.200 días de máximo de compensación frente a la media europea, por debajo de 600. No podemos mantener esa herencia del franquismo.

-¿Y qué piensa del papel de los sindicatos?

-Kruggman, nobel de Economía, dice que los sindicatos acaban siendo lobbies de sí mismos y que su principal objetivo es mantenerse en el poder. Yo creo que en España hablan muy poco de productividad y competitividad; no son sindicatos suecos, precisamente.

-¿Esperanzado con Rajoy?

-Rajoy será un presidente, que de eso no cabe duda, razonable, y va a dejar a sus ministros que piensen. El PP tiene un repertorio de gentes más cualificadas que el PSOE. Es difícil hallar un gobierno con tanta inepcia como el de Zapatero, que al preguntarle por la medida más importante que ha tomado dice «el matrimonio gay». ¡Hombre, un país es algo más que eso!